obreros los unos y aristócratas los otros. Nosotros, sin embargo, afirmamos que dicho escándalo se dio entre integrantes de una sociedad marcadamente dividida en torno a la figura del presidente de la República, Augusto B. Leguía. En la década de 1920, la institución Alianza Lima, que participaba en los torneos oficiales, estaba integrada por jugadores negros albañiles, choferes y obreros que laboraban en las fábricas que existían por aquellos años en Lima. Parte de la élite limeña consideraba que el fútbol era un deporte que podían practicar los caballeros y aquel sector popular sometido a control social, que le permitiese tener un estatus superior al del resto de su grupo social, debido a imitación de comportamiento y consumo. Por ello, a esta élite le parecía adecuado que los obreros practicasen fútbol, no así los albañiles y los choferes. Muchas veces los jugadores de Alianza fueron incapaces de dirigir a la institución117, como por ejemplo en las coyunturas de 1911 y 1929. En esos momentos invitaban como presidentes a personajes de piel blanca, vinculados o, a la política, o simplemente a la intelectualidad y, en algunos casos, cercanos al presidente Augusto B. Leguía, debido a que estos pertenecían a un grupo modernizante e incluyente, totalmente opuesto a la élite limeña a la que hacíamos referencia. Jugadores de Alianza en el primer clásico Nombre Profesión Eugenio Segalá 1 Posiblemente albañil, ya que Circolo Sportivo Italiano lo contrató entregándole un volquete. Alberto Soria 2 Cobrador de servicio de agua potable. Juan Rostaing 1 Albañil. Julio Quintana 1 Obrero fábrica El Progreso. Domingo García 1 Chofer. Filomeno García Desconocida. Miguel Rostaing 1 Albañil. Alberto Montellanos 1 Obrero en fábrica textil La Victoria. 135
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