— Hola Alejandro. Alejandro reconoce. — Qué hay—costaba hacerlo hablar. — Oye, te presento a Guillermo Rivero... mi sobrino Alejandro. — Qué hay. — Date una vuelta por Alianza a que practiques un poco. Hay otros muchachos y no siempre jugamos en el estadio (Thorndike, 1978, p. 57) Pero la diferencia esencial entre las comunidades negras y las otras se podría encontrar en el tipo de relaciones que se generaban al interior de las primeras. En las comunidades negras guardaba un papel importante la alegría y la amistad. A lo dicho por el «Quemado» en torno a la amistad, habría que agregar las palabras de este señor aliancista sobre la alegría: Te hacías hincha de eso, de la alegría para el fútbol que se veía. Cuando yo venía a Lima con mi madre a ver a mi hermano —él era compadre de Alejandro Villanueva—, mi hermano y su señora cantaban, luego cantaba Villanueva con Felipe Pinglo. Mi vieja me traía donde mi hermano y él me llevaba donde su compadre. Luego llegaban los otros jugadores. Yo los miraba, los contemplaba, hasta que con la chompa en la mano decidían irse al estadio. Yo lloraba porque me decían que no vaya, y lloraba. Hasta que me llevaron al estadio. Yo me hice hincha allí [...]105. Por otra parte, este club canalizó la necesidad de los afroperuanos de querer afirmarse como parte de un colectivo: «si bien Alianza Lima no los representaba solamente —sino también, por ejemplo, al distrito de La Victoria o los obreros—, este grupo étnico no tuvo mejor canal de expresión o de identificación colectiva durante la época que ese equipo de fútbol» (Stokes, 1986, p. 235). El Alianza Lima formaba parte de las instituciones afroperuanas a partir de las cuales los miembros de dicha comunidad recreaban su conciencia colectiva. A todo ello contribuía el hecho de que los jugadores aliancistas vivían en los barrios populares y que trabajaban en ocupaciones tradicionalmente afroperuanas. Además, el sentimiento de pertenencia de los jugadores a la comunidad negra se evidenciaba en cómo solían relacionarse con otros personajes afroperuanos destacados en la vida social de la época. Uno de ellos era «Bom-Bom» Coronado, boxeador de la época, a quien sus amigos aliancistas visitaban luego de cada uno de sus combates106. En segundo lugar, el éxito de los primeros jugadores negros del Alianza llevó a que este equipo se constituyese como un medio exitoso de 121
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