italianos. En 1874, sus padres llegaron de Florencia, donde habían sido campesinos. En Lima, su padre —quien llegó a ser fundador de la Sociedad Nacional de Industrias— fue dueño de bodegas y de una fábrica de licores. Sin embargo, luego de que este muriera en 1901, la familia empezó a perder su dinero. Eduardo nació en 1884 y Carlos en 189289. Ambos estudiaron en el colegio Humberto I (que luego sería el Antonio Raimondi), y cuentan sus descendientes que eran amantes de la jarana criolla. Esta familia jugó un papel muy importante, pues según se dice colaboraban económicamente con el club. Si bien toda la familia ayudaba90, las distancias sociales estaban marcadas por el hecho de que ninguno de los jugadores podía entrar a la casa Pedreschi91: «Chacaltana [otro de los fundadores] cortejaba a una de las hermanas, pero Eduardo [Pedreschi] no dejaba que la viera»92. Dadas esas características, los Pedreschi podrían ser considerados dentro de aquello que se conocía como los «pobres de clase media». Su riqueza no fue heredada sino adquirida por el trabajo de su padre como comerciante. Por lo tanto, no pertenecían a las principales familias. Pero su educación los hacía distintos a otros adolescentes del barrio, lo cual podría interpretarse en la actitud de no permitir el ingreso a «cualquiera» dentro de su hogar. El padre de los hermanos Cucalón —Eleodoro y Augusto— era un comerciante y pescador chino natural de Cantón. Traía personas para trabajar en el campo y comerciaba artículos de pan llevar. Los Cucalón estudiaron en el colegio Guadalupe y tenían dieciséis años en el momento de la fundación93. El caso habría sido bastante parecido al de los Pedreschi, aunque por razones étnicas los Cucalón probablemente hayan estado más cerca de los «pobres». Finalmente, la madre de José Carreño94 habría sido costurera, una de las ocupaciones típicas de las mujeres «pobres de clase media»: el trabajo femenino fue visto por la élite como una vergüenza triste, y si alguien de buena «familia» tenía que hacerlo, era mejor que ocultara el hecho. Por eso, encontramos que la ocupación habitual de la mujer decente era la costura a domicilio (Parker, 1995, p. 175). No obstante, no podría asegurar que ese sea el caso de la familia Carreño. Finalmente, el personaje que figura como de apellido Chacaltana tenía la ocupación de carpintero (Paulet, 1908). En síntesis, los primeros jugadores del Club Alianza Lima habrían sido miembros de familias que podrían ubicarse socialmente dentro de lo que Parker ha denominado «pobres de la clase media» y «pobres» de la época. 115
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