ciudades del país, donde domingo a domingo se despliega el Descentralizado, nuestro torneo, nuestro fútbol. Ese es nuestro fútbol, qué le vamos a hacer. No tenemos otro; los jóvenes podrán ser hinchas del Milan, del Barcelona, del Manchester o del Villarreal, pero nuestro fútbol es ese, el del Alianza, la U, el Boys o el Cienciano, y debemos quererlo, entenderlo, interpretarlo. Y, si fuera posible, cambiarlo de raíz, porque así como está no nos lleva a ninguna parte. Si en los últimos veinte años el mundo ha cambiado, si el Perú ha cambiado, si la ciudadanía peruana es otra, ¿por qué nuestro fútbol deberá seguir estancado, sin modificarse un ápice, colocándonos en el sótano de la tabla de posiciones en América del Sur? Perú o Bolivia. Bolivia o Perú. Los dos coleros. Aldo Panfichi ha escrito una interesante introducción para este conjunto de ensayos que conforman el libro. Gracias a él, mi tarea se vuelve más sencilla: reconoce que el título es preciso, porque trata de un recorrido a la historia del Perú a través de la óptica del fútbol. Todos sabemos —y allí radica la grandeza de este deporte— que el fútbol no se reduce a lo que sucede en el terreno de juego. Al contrario, el volumen nos da a entender que lo que allí ocurre, el juego propiamente dicho, permite conocer el ardor de las tribunas, el estadio mismo, los alrededores del recinto, la ciudad y sus barrios, las barras, las identidades, los conflictos y las alegrías de mucha gente, sean hinchas, aficionados o ciudadanos. El libro es un recorrido que va desde los últimos años del siglo XIX hasta nuestros días. Quizá falte, pero podría ser motivo de otros estudios, la aspereza del negocio hoy en día, tanto a nivel mundial como continental y local, pues este tema se encuentra imbricado. La lógica globalizada del fútbol nos lleva a todos al Viejo Continente, a los diversos torneos europeos, a la migración constante de futbolistas cada vez más jóvenes a integrarse en aquellos torneos. Los casos recientes de Paolo Guerrero, Carlos Zambrano y Reimond Manco indican que el torneo local es un escollo o una trampa que se debe saltar lo más pronto posible, incluso debe esquivarse del todo, pues este torneo los devoraría como Neptuno y los mataría en la mediocridad del medio. Temas como la lógica de los clubes locales, sus dirigencias, sus administraciones, sus elecciones, tienen un interés creciente. ¿Hasta cuándo los clubes van a funcionar como lo vienen haciendo desde siempre, desde los tiempos inmemorables de Plácido Galindo, Alfonso Souza Ferreira, el doctor Swayne o el almirante Labarthe? Todo hace indicar que la dirigencia secreta del fútbol peruano 11
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx