pensamos— supuesto diálogo entre el comentarista deportivo de la revista Toros y Deportes y Jorge Kochoy Sarmiento, se discutió la sanción. El diálogo resulta interesante porque muestra cómo los jugadores del Alianza percibían un camino distinto para el fútbol peruano al que se estaba trazando con la institucionalización del deporte, la formación de la Federación y la regimentación por el Estado —ciertamente instrumento de las clases dominantes— de esta actividad recreativa popular, que había generado niveles de confraternidad y comunicación entre los diversos segmentos de las clases populares limeñas. Un camino distinto no muy claro, pero sí propio y popular. Dice Kochoy en terminología que le adultera el periodista deportivo: Periodista: Dicen, señor Kochoy, que le levantarán el castigo al Alianza para que juegue con el Tucumán. Kochoy: Alianza no necesita levantar el castigo. Sus jugadores están contentos con la atención que le hacen todita la gente cuando jugamos en el pueblo. Buena comida, buen vino y jugamos siempre pelota. Periodista: Sí pero no ganan ni siquiera para comprarse un par de zapatos o una camiseta. Kochoy: Con Federación la misma cosa. Tampoco ganamos nada y friegan. Periodista: ¿De modo que el Alianza está conforme con su situación? Kochoy: Tú puedes decir en el gráfico que Alianza está contenta («Nuevas declaraciones del capitán del Alianza Lima, don Jorge Kochoy Sarmiento». Toros y Deportes, 14 de diciembre, 1929, p. 15) 75. La crisis terminó cuando la selección nacional fracasó estrepitosamente en el campeonato sudamericano y la crítica deportiva la emprendió contra los dirigentes de la Federación, reconociendo que los miembros del Alianza Lima tenían razón. Hay acusaciones y culpabilidades aceptadas por la Federación de Fútbol, mientras los del Alianza eran conocidos como «los ídolos del día» («Los ídolos del día». Toros y Deportes, 7 de diciembre, 1929, p. 13). Se pensaba que la labor del Alianza en ese año había sido más productiva que la de la Federación, pues mientras esta pecaba de centralismo y oficialismo, de abandono del deporte en provincias y del fútbol amateur por la dedicación exclusiva a la selección nacional, de improvisación y arbitrariedad, las confrontaciones del Alianza habían «constituido valiosas enseñanzas» («El público reclama al Alianza Lima». Toros y Deportes, 28 de diciembre, 1929, p. 5). La prensa pasó así de censurar al Alianza por su alejamiento de la selección a elogiarlo en su 100
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