El Heraldo masonico

11111i1S!lilsaMl!2!t~S!!!Pl!!l!!l!-l!l!A=ll!!!!!gbl'!l!l·R:li-m•4?EIIBl'l·:l!E••lr~l!S,'~r~íi"111~l~rx~e~I)~· O~· !:a,s~;.-~=~ 0 &efCiffü&;&~ - ™ª ......... ~ ww e ucz. ;{ingun manejo indigno mancha la , ida lel ilustre h.·. )!ar. 116 ac.¡of un retrato en miniaturn del hombro ¡ue ha perdido la masonel'ia: hé aquí un com– >Gndio do todos los hechos do su vida. ¿0ebo– nos llorarle? Sí, porque so ha apagado la mas urninosa antorcha: sí, porque una <lo las colum– ws mas firmes se ha desquiciado: sí, ¡:orque un 1er111ano dístioguido reune múltiplos molirns >ara llorarle: lloremos pues hli. ·. mios, porque 10s deja; poro consolemooos porque la muerto ~sel principio do la vida del justo. Desdo hoy nas, vi \'e en l a eternillad nuestro hermano y eu il corazon e.le sus amigos. ,,El II'eraldo," q,uo ubrió los ojos t\ la luz bajo a venerable (>jida del ser que ya no es, tiene un lcber especial que llenar; deber que habría que– ·ido, no llegase el caso de cnmplir; pero llegó, tos l'orzoso doblar la ro :lilla anlo los mandatos lel Gran Maestre de la Logia celestial. Si vos Se11or do los ciclos y la tierra, quisis– .eis c¡uo un hombre meritorio· y virtuoso llegase 1as1c1 el tror.o do los angeles y querubes, dejan– lo con ese apoyo menos á una parl e <lo vucs- 1 ras criaturas, sea en buena hora. Si vos alla, e darnis el galardon que los hombres uquí re– ;istiornn entregar, nos consolamos. Pero, aun– ¡ue infinita como es vuestra misericordia y pre– :aria y fugai la vi<la del mortal sobre la tierra, 10 podemos contener nuestro dolor, y derrama– nos lagrimas sobre la tumba de nueslro hcrma- 10, así como vestimos el fúnebre ropaje de los loloridos. REVISTA SEMANAL. San Juan. Bautista.-La colcbracion del ?alriaróa do los masones, se posterga por el fa– lccimion lo del quo fu6Screnísimo G. ·. )laeslre. .)csde que los ostablecimienlos masónicos Yistcn ,1 luto del sentimiento poi· la dcsapriricion del ,rimer dignatario de la masonería, nos parece nuy acertado suspender las fi estas del Pillriarca. San Juan Banlista, el precursor de la luz evan– ;élica, es el patrono de la masoncrw, y los her– nauos desde tiempos muy remotos, cousagran á :u memoria las santas ornciones del regocijo. 5au Juan Bautista, anunciando la redencion de os hombres, cumplió las palabras del profeta y 'ué el primer obrero en la cmancipacion del gé– iero humano: entro los hombres predestinados >arn la nias sul~lime epopeya de la crcacion, la figura del B.,utista os una de las mas culminan– tes. Los masones le llaman su jefe, _v mu~hos ¡uieren que sea el fundador de la inslit11cioo. Oe lodos modos, el patronato es digno de una ;ociodad tan útil, porque las virtudes del rnron ,anlo que la encabeza por creaciou 6 adopc:iou, produciri1n mucho bien en las congregaciones, • si los asociados las practican) hasta dondo lo permite la civilizac·ion. Elecciones en el G.· . Or.·.-Yeriücadas11 las de Serenísimo G. ·. )laestre Je la órdon, su~ Teniente y demas dignatarios y oficiales, losl~ cargos han rncaído sobre hermanos muy meri– torios, entusiastas por el trabajo y de couoci– mienLos generales; con otra venl¡¡jamas, que es el prestigio de que disfrutnn en la sociedad pro– fana. Con un porsooal tan distinguido a la cabezal] de la órden, su progreso será firme y continua-J do. Felicitamos pues a los rccien elegidos, y: nos congratulamos de que los miembros del G. ·. · 0r. ·. hayan e~tado tan afortunados al pooer las riendas dela masonería en manos expertas y Yi- · gorosas. Iniciaciones.-En las dos últimas semanas se han recibido en los Talleres de Lima y el Ca- 1 . llao, mnchos nuevos miembros que mas larde, serán de gran útilidad para la 6rdcn. Sabemos que entre los iniciados hay sacerdotes, milita-, res, comerciantes, empleados y prnpietarios. Cuando la masonería se gene1·ali5e y se vea sin preparacion por todas las clases sociales, en Ion- , eos, cesarán los óJios, disminuirán las rensillas ~ el progreso será uniforme y cousLante. Los artesanos, maestros do taller, deberían ser los C'andidatos preferentes para formar las lógias masónirns, pura que ellos iostrnyan á sus oficiales y aprendices de las Yerdades que con– tiene la institucion , {1 fin de alejar las preocupa-r, ciont's y sumision se1 Yil del pueblo. i, Correspondencia.-EI estimable y hábil hermano que tan generosamente se ha prcsléldo á cooperar en nuestra publicacion, desde Pana– ma, y cuya primera carla colocamos en el pro: sente número; se sen irá rccihir las mas esquisi-f.◄ tas mu estras de nuestro reconocimiento, no so-· lo por el entusiasmo con que ha aceptado el car-~ go <le corresponsal, sino porque sus conceptos . son elevados y su lenguaje puro y cMgante. ~ Un periódico como el 11ucs11·0, necesita ser atendido por los hombres de corazon, pues no se proponc11 sus redacto1·e:) especular con 61, $Íno inst ruir al pncblo y dcsenmascurar a la IJipoc·rc– sia. Pronto tendremos correspondencias de Gua-· yaq.uil, de Sanliaga <le Chile, de Caracas) La Paz y otros puntos importantes de Sud-América, ¡,a– ra que por ollas, se juzgue el estado de adelanto do las masas americanas. Funerales masónicos.-llo\' so hace en et' Rcsp. ·. 'l'all. ·. •Orden y Lihertutf, del \'alle ele Lima, el óbito por los rc::.los mortales dt'I que{ fue Serenísimo G. ·. l\Iaestre, h.·. Jua!I )lanncl del ~lar. Tau solomnc como llorosa ccrt'rno11iu; c.leberia presenciarse por todos los h.·. del 0r. ·. puesto que ei hombre cuyoc; 1c:.-lo:; ~e l.onrau) reunia las stml)alias de pobres y tiros y ciclo dos los nwsones qué le trataron . .\osotro:; ha– bríamos querido que los funerales se hicieran 1111 poco mas lardo, <lcsp11es de auunc-ia<los .inliei-

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