El Heraldo masonico
EL lll&IALDO MASONICO. Afto I \ Callao, Lunes 2 de Junio de 1862.. } Núm. 18 EL HERALDO. C,\I,LAO, 2 DE Ju~ro DE 1862. HrSTORlA, DO<:TIUN.\.) Y FIN U 013JETO DE LA l\lASO'NERIA. Habíamos creído conLinuar refutando en nnos• tra poqueña publicacion la obra lanzada conLra la órden masónica, pero un ilustrado amigo nuestro ha tenido la feliz idea de hacerlo en un ~olúmen, de una manera luminosa y sobrcsa– li ente. Tonemos en nuestras manos el original, y podemos asegurar que, no solo desLruye los argumentos del folleto que combate, sino quo contiene novedad en la idea, pureza en el len– guaje y maxiorns masónico-moi-ales que oingun autor ha consignado en las obras que tratan de la materia. . Estos fundamentos uos han hecho dcsistii' de nuestras labores y procurar á nuestro amigo los medios de imprimir su hrillanle trabajo en un libro y no a trozos .en «El lleraldo», porque la composicion perdería la mayot· parle de su im– portancia. El autot· <le ese escrito no es fracmason reci– bido, pero conoce los ritos, su historia y todo cuanto concierne á la esencia ele la institucion. Seguros estamos que un mason no habría hecho una obra tan completa, tan masónica y tan vi– gorosa en la forma como en el modo. Ya que una parte del tiempo hemos dedicado a servirá la masonería, y ya que tambien en el extranjero, y aun en el país, ha sido bien aco• gido nuestro pensamiento de da1· á luz un perió– dico masónico, queremos consagrar a la insti– tucion todos los esfuerzos de que somos capaz, para que la ilusLracion se generalice, para que la masonería prospere y para que sus afiliados sean verdaderamente hermanos del género hu– mano y no ridículas parodias de nna fraternidad ficticia. La obra de nuestro amigo, las felicitaciones individuales y hasta de periódicos de gran eró– dilo que hemos recibido, reLemplan nuestro empeño, sin embargo de que juzgamos que, mas hay benevolencia que justicia eo los elogios con que se nos ha favorecido. De todos modos, em– prendimos una empresa ·superior a nuestra ca– pacidad , ofrecimos continuarla sin cansancio, aun cuando pardas nubecillas hayan querido oscurece1· el horiroote para que « El Heraldo t> tropezara y cayera en el abismo; y hasta hoy, - no solo tenemos la satisfaccion <le haber cum- plido) sino :que tambien contamos con robustos colaboradores, con correspondencia del exte– rior, divisando en lontananza un pon enir hala– güefio y henchido ele dulces ilusiones para lu felicic.lad y progreso ele la especie humana. El libro que los masones y los que no lo son, verán en algunas semanas mas, se titula « RE– FLEXIONES SOBRE l, A MASO?iERIA, Ó RF.FUTACION DE rN VOLLE'fO PUBLICADO CONTRA TAN PRECLARA JNSTITU• c10N»-Contendra tinas doscienlas paginas en octavo, de letra pequeña. Cada'.ejemplar se dará ..í los suscritores por seis reales, que se ahona– rün adelantados. La publicacion principiara cuundohaya trescientos suscritorcs por lo ménos. Si nuestros lecLores quieren adquidr una obra digna do la biblioteca de Víctor Uugo, Lamarti– n~, r o~ros h?rnbrt?s_ esclarecidos, pueden con- 1r1buir a su 1mpres1on. Tanto el autor como nosotros estamos imposibilitados para acudiL' ü los gastos que demanda; por eso la retlaecioo de « El Heraldo » ha dedicado ·esto arlículo en la seccion principal del periódico, para que los hermanos fomenten la prnpagacion de 1a·s lures; pues aunque el nombre del autor seria bastante recomen<lacion para ·que su trabajo fuera acep– tado, tenemos expresa prohibicion de revelarlo, y nos vemos) con tal motivo, en la necesidad de suplicar á los hombres de cora:,:on cn1e pongan su óbolo en las aras del progreso) púes estamos seguros que, una vez que estón en posesion del libro, nos agradeceran el afan con que hablamos en favor de su impresion. INSERCIONES. NOTICIA OE ALTO INTERÉS MAS.·. TOllADA DEL REGISTRO O'FICIAL M.\SÓNICO xcm:110 17 rulll,ICADO EN CAllTACl(N,\ EL 1. DE M MIZO 01', 1862. (Co11ctasion) MENSAJi..: Del Ten.·. Gr.·. ComeR,d. •. de la Cr. ·. ,lf. ·. at Ser.·. GI'. ·. Senado !lías.·. en sus sesioMs or– dinarias de 1862. CAPÍTULO SEGUNDO. PROGRESO. Del mencionado protocolo) resulta: que can– sada la mayoría <le los masones peruanos de so– portur la tiranía que ejerciera sobre ella la au– toridad masónica existente, mot1t 7>ropio, por no haber sido reconocida por ninguna antbrida(] legítima) acloptó la detenninacion de negarlcsn obediencia, y proclamar la fusion y las reformas abandonando al Sup. Cons<>jo. ..
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