El Heraldo masonico

EL HERALDO MASORIC01 Callao, Lunes 26 de Mayo 1e 1862. } ~úm. 17 .,_,....;....,...;;;,;...,_;;.;;;;,;;,;;;;;..;;;..;::...;;.....;;...._...__....,i,iiiii,.... ...,..iiiiii,,ia,._...,...._._~..,.,....... ~m- -;¡-- 1 w •• - Año 1 EL IIERALDO. Presenlandosc algunos incon\'enientcs por rn– :,un Jo los trabaj os de la imprenta, pnra que nueslrn periót.lico &nlga {1 lui losSahados, hemos rcsnc!to publicarlo los Lúncs de cada semana desde el presente 11Ct111ero. Desde el próximomcsJrfonio tenclrC-mos cor– ·,Jsponclenrias do algunos Orientes ex lr,1njcros, 10 que dari1 mayor importanc-ia ÍI nneslrn puhli- 1·ac-iou, puesto que so conocerá los progresos que hace l:l nrnsoneria c11 todo el mundo. msTORl.\ , no,:nuN.\, y FIX u Ol3JETO DE L.\ .\IASO:'\~IUA. Oespues de retrat.11· a los templarios Je l,1 ma– l!Cra que dejamos apuntauo, di<'e el autor del folle to, quo los frac111asones han co11ti11uado los vicios, impietlades y atroz comportamien to de losquella.nn sus maestros, con el agregado de que lllltnentarou un voto úevengaoxa contra los reyes y los pnpas, jurando minar su autoridad y destrllir la 1·cligion del Crncificado, .v tm óclio implacable contra la so1·1eund entera que quie– ren tamhicn dcstrnir. n En los tiempos en que las cofrad ías de maso– nes co11stroinn las magniílcas igl csi,1s que ahora admiramos, crn neces11rio que cstuviernn {I su 1:abl'r.a los hombres mas esperlos y mas haliiles. Pero como estos eran raros y poi' otra parte los masones goza lrnn de grandes privilegios y ad– mitian en susocieJ.id aun á hombres que no eran cristianos, a quienes se les permitía segui r su eulto en secreto, se les asociaron del oriente de la Italia, á loscuales se jnntaron los Sarracenos Yenidos de Espuna. ,\ la ,·isla du estos hombres clistmguiuos por su .irte, I,>::: personajes mas emi• rientes y mas instruidos se lisonjeabun con el lí· tulo c.le miembros honorarios. Fu6 pues l'ácil á los templarios, como eran Lam\Jicn hombres dis– tinguidos, i11siouar en este cuerpo compuesto de tan diversos elementos, sus horribles doctri– nas y sus misterios secretos." Los palabras qne clejnnios copiatlas, com– prueban una vez mas la falta <le ,1rgun1e11tos del dctl'actor de la masonería para d.11).irla, puesto que la v~r<lad no p11euc ser oscurccidt1, poi· mas que se pongan en juego la astoria y artima1)as. . Los Lempla1'ios fueron los soldados ,ll'füados pura la defensa del cris tianismo: loe; masones son los npústolcs ele la justicia y ltl ..-erdad, <jl," con l,1s annas ele la palabra y el ,-.1zonamie1it,;, ~e han abicrtv p.is ,, e n la socicuad, d<>jandl) ,,¡¡ inaccion al oscuran lismo que prete11dia ens<-:"JC,. 1·earse sobre la humanidad. Y no lw podiJo H' t de otro modo, desde que, <:omo dice el fuli c:li" I,, entre los nwsones hay hombres dislinvuidfJs .'/ los personajr,s mas eminentes se honran CfJn ,,f ti– tufo de 111iemúros lumorarios. Por otra parte, si la masonería f uern una io::,• titttc:ion co rruptora, y los masones unos crinll– n:iles enemigos de In sociedad , ¿,podri.i e111:011- trnrse lan alf¡¡, y contar en su seno co11 l1 0rnl,rc::– de todas las d,1ses sociales? Si la masonería fue– ra una i11s~1tt1l'ion !'ulaz y clcgradanlc, ¿podri11 haucr v~nciJo al farrntismo y la superstitio1J, contn11Jo sus sccturios con In roucieneia dtl mundo i:atóli co a quien teninn oprimido id travos do las rc-jillas de un co11fcso11ario'! La bondad del mason isrno, la C'Onstituyc la lo– lerancia; por eso udrnite en sus lralwjos ni 110111• bre honrado) sea protestante, judio ó maho!11e– lano El egoísmo es ugeno dcl.1 insti tucio11, y los santos principios del eYnngelio :,on los que si rven de base en sn m;irnlia. La libert,111 del pensamiento cnclienlrn en los l~111plos mJ::,nni– cos el rámpo Je Sil espans:on, prohil>icn.!osc únicamente loc:ar dogmus religiosos y princi– pios corruptores de la políLica de lo~ puol>lM. La circunspcc<.:ion y el amor al género humano, forman el núcleo de la nsoriaciou: Je ali salc11 las mhima:; 1\rovcchosas que como el fl11i<lo clóctri co lwn penetrado en el cuerpo so~1al, pro– duciendo las , enlajas del si§.$10 XIX que f'S :a me– jor epopeya de la crcncioo. Los masones, uutores de la ci, iliiacion d~ lo,-. ltombres y de los pueblos, ¿pueden mere,> r lo-:. inuignos epítetos con que uu nulor .ipas.onado los hace aparecer? El ascetismo. las g:icriJS. tc1 inquisiciotJ ¿qu6 lwn hecho? Oogradar al ~hiero humano. L:1nwsone ría ;,q11é ha producHI'.>'! Li– bertado do l;is trallas(• il11111in,11· 1', ca1•1•.1r, d,·l progreso mor,il y tnél!l'rial. (.' onr in:: ar, VARIED .'~DES. (C,i nd11:,i011.) · , Los c·i.Íntkos se accle1·an: lasocilat• .:>1 1 ><;clt, 1.;e mar de vi,·icnt c:; se redoblan. Sienlese u.:a 111lt– tacion ioesplkablo en lo int erior d1?l corawn: se encuentra nic:iln1:t<' el trnno dr l:i mtc,'igcncí,1·

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx