El Heraldo masonico
EL HERALDO MASONICO. Año JI Cailao, Sábado 10 de Mayo de 1862. EL HERALDO. C.\l.LAO, 'i O l)F; ~L\YO 1)1' 1862. msTOHl:\, l}()l ~JH!~., . y FIN u OBJETO DE LA )1.\SONERIA. \Co,itimt<,cio,i del nú,mero 1 ! .) ,\tc l1l:ion<.>s <lcl momento y que no clchian' pos– tc.-sarsc, nos han impedido contir.na r la r<.'fulá– t·ion del follcdo de que nos hemos ocupado en ulgunos números; no qu eremos poes p.1sa r mas 1iempo sin \'Olver u fra tar de un asunt o que im– porla {i In masoneríu 1an10 c-omo a lúdilS las ins- 11111cionc.-s sociales y aun polílicns , porque el ma– lil'ioso autor del lil>rclo, pinla n los nrnsoucs 1•0• mo promotorc-s de todos los desórdenes y vicios quo c·orrompcn el cuerpo soci,d. Ese lil,rcto, que segun el enca rgado de ~x– j>endC'rlo, ha circulado en gran número ele ~'jem– ph1res entre los moi·adorcs del Or. ·. Peruano, Hecesi ta ser examinado con dedita(·ion y de– mos trar los :-oílsnws y ca lumnias de que esta f> lagado , para que unos •y o tras 11...1 se l engun por verdades en tre los hombres humildes quo son h_ijos de las primc!·as impi·esioncs y que hayan leido s11s ptíjinas. Desde 110~ 1 ningun número de nneslra publ iraeion pasara sin enca rgarse. en la parte c¡ucsC'a posible, de combatir los absurdos Jel folleto; ó iu vi lamosa nueslrosil ustradoshcr• manos que se ('.Onlraigan ú un objC' to de tanta importancia 1rn1 a la instilucion, sino q11icren ver un tronizada lu mentira b;ijo el sayal <lé la hipo– {;resfo. "' Tcxtualmc11 tc minos ñ copiar !ns palabra!;tlel ex-nrnson, para qu e nuestros lootores formen juicio eAacto de lo que puede el fana tismo y co– mo se estralimi1a ul ese rilor snporsticioso hasta de las formas del lengm1jc. c·uando quiere herir {1 la asociacio11 que lo dotiene en su tamino de · 1,isnirantismo, de p1 ivilegios, de i11tolernnc:in y de pcr<lic:ion del género hnmano. Los respe tos socialrs nada son; lu decenc ia y Jignidu<l <lel lioml>re nada \'alen, cuando con– viene á los planes de esos seres funestos dcrra- . mar e ntre las clases ele la ~oc·iedad la hiel que tlestilan sus protervos eorazo nes. ¿Q_116 puede importarles 11e llos que los hombres se n1:1t c-n en• lrc si? ¿Que irn porlanc:iu puc<le tener 11in3110 vincul o social, si e llos no linn du dirijirlo todo y conducirlo por la senda inin1a ele sus pro('edi– hiieotos? Vilnos y menguados á ur. mismo tiem– po, c reen que pueden retro1n1er a l gén0ro hu • mano a esa época fatal en que el talen to y la vir- - t11d rcnl, no laapíll'Cnlc, eran q11erna.l os en urw hoguera ó dcsl1'01H·¿1cl0s en la Lortura. Pe> ro :,11-; proyec-tos van 6 cstrcll ~1 r:;c c·onlra la rh i!izaci,a1, c11yu f11cnlc principal es lu 111a.--0 11 crí¡¡; por e~o lo persiguen sin lrcgu,1~ oig.imos lo 4110 Jice <'I que fué 111:ison. <• Bé.ljo Felipe el hermoso, rey de f'ra11da , dos liombn.'s enea rcclndos pors11s crímenes a 1111 ncia– ron que tenían SC<' rc-tos de fmpor tanctn que n~– ,·c lar sobre el asunto de los íemplat,os. Felipe sorprendido eon esto, aunque sin dar entera ff, pM procaurion hizo asr>,gnrar cn uu solo dia ii ro– dos los templarfos q11e se cnrontralJan en el rei• 0 no, se IC"t'X,11ni1w, se les interroga v c·a11s<1 ad-· mira{; ion los 1111mcrosos tcsti11101; io~/quc ,·icrnc11 a ,ü'ladi rse a lus simples sospet;lws quJ desdo 1110- .go se hübíon c-onccbiuo ele ellos. Gn c,tda pro– , incia , en cada reino ó imperio e,ris.tia no~en c·a– da tribunal se obtiene la confesio 11 de los mis 0 mos cdmcnes. Los attos juri<licos cons0rvndos ·liasfa nucsLl'os dias nos muestrnn unaoimcmen t(• {, los templa rios como vendidos <il c:rímcn, <rn– lreg.:idos u las m<1s horribles maldaJcs. ~ u .::1 resultado de estas confesiones fué q11c , los tomplarios, en el día de la rec<.'¡Ki<..n, 1'('1te– ga hnn do Jesncrislo, pisoteaban In Crnz y lu cs– enpi;;n; que elejian especialmente el Viernt>" Santo para renovar estos ultrajes, que en lug.ir de adora r ól Salvador, se p rostc1 1 naban .in1c 111w C'abezn monstruosa y le lrihulaban cul lo; que jur<ihan J)l'C'Slnrsc mú lnamcntc par,nllwndona1 - se i\ .ihomin.iciohes conlrariils {1 la natur.ilez,1; que arroj nhan ú l'c\s llamas ü los nitiosqno dol>ian la existenc-iii ú sus e.xc ·csos; que se comprome– tían c:o njuramcnlos sc¡;uir sin ex1·c-pc:io11 ningu– na, las órdenoo de su jefe llamado Gt·:,n MHt·s: rr , no perdonaf ni lo sagrado ni lo ¡,rófa uo , mira r como líci 10 todo lo q uc eoncern iese a I bien etc su or<len, y sol>1 e todo, 110 traic:iorwr jamas /,,.~ horribles sc,crC'los de .rns misterios noctumos ,IJ,~iu pena de los caStigos ma.~ terribles u Así seexpreso el ex mason con tr.1 los templa– rios, y por consig11icn t0 eon trn los musoncs, d,, <londe los nee of'i ondos; y aunqno no huy ma"' que leer el fárrago de desatinos que sien Id p,1rn comprender sus proyec tos, proba r6mos con -po• cas palabras y con los mismos a rgumen los (I n, nues tro céleúr<> autor sns tendencins de desacrl'– <litai:i) una ins1it11cíon qu(• no licue como <'0!liba– lir en el terreno t!c l.i justicia. Al liaula 1· de la (mlcn de lempln rio ,-dkc c¡u~ !~n i-a por objeto la caridad {;ristiana, que se o<:11- paba de tlcfendcr heroicamente el cristinoismo. que. los P~pas la protegí.in , y que sus miembM"
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