El Heraldo masonico

EL HERALDO MASOHICO. Año JI } Callao 1 · Sü-a<io 28 de _Abril de 1~. - - - } Núm. 13 ~---;:;;;;,,Wee>ffl~)..:..,-¡:; - ~.-i~ 1 ~....-.v-..,,w~;•v....,.-..s.•\.p..,;~,;¡..4~~<,.__,., EL HERALDO. lodos los hombres una sola familia, cu,o padre es Dios. - Los mnsoneson el Perú Ylln danc.locspansion {1 C.1.u..1.o, 26 nE Annn. DE 1862. sus pri1c1icas , va n sncudiendo un tanto la inercia ¡¡¡¡¡¡¡.:;;,==¡¡;¡;;¡;;.;;;;;;-;;;;¡;¡;,.. ¡;;;¡;¡¡;¡¡;;;;;;;;;;;;_ ..- _ •• .;,;.,;;;_;;;.;;;;,.;;;;;;; •• .;¡;¡¡;¡;;;;.;;_;¡¡¡,._., quo se atribuye al cl ima, y sobreponienclose LA ;\L\.SOKERIA EN EL PER ú. Esta ins titueion tan llena de es~ sithia nntri– ticia de la sodedad en genera l, va llenando los al tos fines de su creacion, mediante la juvcntu<l entosiasta é ilustrada quecngrucsa sus colum– nas: la m,1soneda llegará pues en nnrstro pais a J¡i nrnvor c1l111ra, si cada uno de sus rec:ien aso– ciados dctli<-nn algo do su tiempo a es1nd iarla !)éljo rodns sus faces, por que es necesario reu– nir al en tusiasmo los conocimientos, necesidad lunto mas apremiante en el nrnsonismo que cu– cierra todos los conocimientos humanos, y qne de él puede desprenderse todo lo grande y su– blime q11e el ingenio del hombre ha croado y dos– euhierto ,. continúe inventando. No basta nna C'lara intoligeocia para desrn– tra11ar losnrcanos de cada inslilucion; preciso es que las dotes naturales sean animadas con el estuclio,y que convirtiéndo!le cada miembro en un esforzado a tleta, propague por el mundo las grandes máximas qne bcl>íó en la fu en te pura del Rv¡ingelio, libro del cu¡il parten los principios de la institucion masónica. Eljóven de <'abcza y corazon que qniere compartir con la humanicla<l las <lesgrncias y fe– licidad de que disfruta alternativnmente, debe con fé., aferrarse en la moral, en la libertad y en el amol' de sns semejantes para llenar la san– la rnisi on de hombre-esa mision se Hprende en la masonería, porque no es hombre en el senti– do monil y íilosófieo, el ser que no reconoce el fr~no de la conciencia y respeta {i los domas para ser respetado él. lloml>rcsmaterialmente hablan– do, son tocios los que pueblan el mundo, pero el hombre hc.>c:ho a imágen y semejanza ele s11 Creador, esto es virlnoso y digno del soplo de vida que le ¡inima, solo es el que, sin pe1jui cio de su bienestar, procura el de los demas hombres., haciendo abstr.iccion di:i J¡is pasiones. En la masonería es justDmente donde se tocan con las manos, por decirlo así, los grandes f1ncs del hombre-alli lodos son iguales, y solo el mas virtuoso es el mas grande. La mascneria es la institL1cion que ha comprendido mas que otra alguna el di\'ioo pensamienlo del Crea<lo1· Uni– vcrsnl, y íiel intérprete de la Suprema Sabidu– ría, se estiende en toda la tierra llamando al gé– nero humano a uo centro comun para hacer de asi mismos, están comprobnndo que el ,lima es el jefe y sci1or del ser humano, y que, lo deci– dido por la voluntad no puede impedirlo lama leriu . Tenemos esperanza de que pronto la m._– soncría peru;rna, ha cicntlo ahslraccion de cier– tas preocnpac1ones introducidas en sus recin to!, por razon de circunstancias, vendrá a ser esa fi– gnrn alta ó inmaeulnda que debe presidir !osclcs– rinos de la liumanidad., C'On la espada delnjns– ticia en una mano, la caridad y benevolencia en la otra. En el Resp.·. Tall.·. «Justicia» hemos pre– senciado su última sesion, y sin temor de equi voe¡iroos, podemos asegurar, que, la discusion Yers6 sobre nn asunto enteramente nuevo en lo~ templos masónicos, y los ilustrados miembros de «Justician tuvieron ocasion de lucir sus talen– tos y dotes oratori<1s, que estaban oculto.s poi' que no se había 'present.ido oportunidad que los moviese a w-1·tirco11 fuego y crudicion sus opi– niones. El Ta H.·. <•Justicia» puede gloriarse de haber sostenido susiJeas con elocuencia y dig– nidad, pues tiunque nosotros no opinamos como los ilustrados hit.·. que forman suscolumnas,se– riamos injustos si no les hicicramos el elogio que merecen ~l primer p.iso se ha dado•; y aunque »El He– raldo» ha sido la causíl de una discusion que honra mucho al Tall. ·., pueslo que permaneció inllexihle, á pesar de las obs0rvaciones que hi– cimos, creyendo que habia incul'l'ido en nna equivocacion, siempre resulta la ventDja de ha– ber trai<lo a un templo masonico asuntos de alta imp0rtancia social. Eso solo es adelantar algo en el cumino del progre"º masónico, y Dsi como hemos promovido una discusion auirnada y lle– na de inleres en la úllimasesion, no perderemos la oportunidad de promover algnna otra que produzca los mismos 6 mejores resul tados. Nuestras ideas no fueron acepladas,es cierto, pero tenemos ciue Dgradecer la fraternal acojida y espíritu allnmcnle nrnsónico con que los her– manos de «Justicia,, nos ¡i~azajaron. i.\fuy dig– nos son pues de que «El Heraldo u en su sec– cion principal los felicite, y les ruega que, asi como él respeta el nema sagrndo que esta al fren– te <lel estandarte de la Logia dando á cada uno lo que le pertenece, DSi espern qne ellos, no lo desmientan jamás, y que la justicia estó taolo en

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