El Heraldo masonico
\l.\., 11fülALDO. que seesltin desenvolviendo con relacion a la Amóri c:-a'? ¿Dt•jar{in pt'ogresa 1· a la tiranía y ,·eran indiferen tes caya1· la fosa que sirva de sepulcro á la lihertnd? Eslas cuestiones de interés esencialmonte ma– sónico, deben llanwr la atcncion de los inic:i,1- dos, puesto que la obra en que lwn empl~ado tanto tiempo y grantles esfuerzos, Yenc.lrá, en un momento, á retlucirse á la nac.la . lDt.\ DE L.\ MASO~E:IUA. (Con,ch,.,ion) La masonería h,1bia ca:-i dl•s,1par('rido C'n Jerusa– len bajo e l yugo féri-eo de los gollcmadorc·s pagunos cU)'ª eslupi<lt-r. y corrupcion no pocli11n avenirse con la purr1.a y sublimidad masónkas · p<'ro el ••ran BAU'l'IST,\ qparerc y el Dios-llomb1'.e le d(•da;,, su precursor, ,:nundando al mundo e l reiw1do de la miscrícorclia: la rc-ligion sa1itack·I Cru!'i!kado se pro– paga y la masonrríu rrcobra ntt('\"O ,·igor: tri unfa la religion ve rdadera des,·ancdcndo las li11ieblas del paga nismo, y la masonería se dila ta de slru yrndo l,1s sofist er ías, comba lien lo lC'1111r.me11Le los vicios )' la oprcsion, )' disipando 11 ignorancia sobre toJa la :;u¡wrficic de la licn.1: Lux ex tenebris. La Masonerí.1 Pll<'S, solo ('S un mi ·tcrio para los poco ver,mdos en las letrns, y los m:1sonC's solo se ocullon en aquellos paiscs donde dcsgraciadnnH·11 te rig1i aún en todu su l'ucrza el horrendo d('Spoti::.mo. ~in,gun hombre mediat!amente ilu$lrado ignora ya que cosa sea la :llasonel'w, ni los ~IJsonPs se ocu llan en ningun país donde In sabidurí.1 )' la virtud no son un crímen. . l)ícese en sci;.undo lu~a r qua los J11asonc.~ c;i sus ;untas cometen crimrnr:s abomi?wblc.~.... Basl(•n solo los sentimientos que inspira la honrad(•z para dC's– vanccc1· la ('recuda de lan atro1. imfHtlac-ion. Solo una alma vil y encenrgada en los vicios mas inf.1- mes, es la que puede coOC'l'hir la id.•a ele posibilidad de semrjan tc <'Osa . ¿PPr<> cómo S(' l·;i p.,sll>lc l,1 pcr– petracion ele esos crímC'nc•s nhominublcs en una so– l'iecl,1d compucsla de los hom,>rcs m·1s dislinguido, de torlas 1.~s clases, Nngos )'. gl.'r,1rquí,1s? ¿Cómu c u tales rcan1onC's se cometcrn, no dif(o ro esos críme– ne:-, pero ni siquiera la accion é1 a<kman que m-1s h:nime)lle <lc:;díga de la d(•cenciaP ¿Cómo, 1·Ppi lo, esos cr111,1incs, en una sociedad donde sin que pre– ceda una scv<,>ra y acrisolada jn ·li(kacion ele buc>nas costumbres, ninguno es admilido ú la iniciacion?... Solo la:; bocas asqufrosas ele (•nlcs t·,n inmundos co– mo dl'sprcciables es que pueden t•xhal:1r tan hedion– dos C'IJ U\'IOS. O~c~sc (¡t,e los 1lfasones son g<'ntcs sin rf>/ígio1i. ¡Que 1mpo~wral Para co1wenccrse de In fal.1!'idad con qt~e se a<'us.1 ú los ~lasont'S tic irreligio~os, dcl>e ad verl1rse que en las t• 11señanr.as ~fosó11icas no se lo– e.in los puntos de r el;gio1, sino t·n cuanlo c·oncu1-rc•n ;i t·sli nrnlu1· la práctica de h;s vi rlU les s,llltif1c,1 11do las buenas ohras )' forl,ilc!'k ndo la esrwrnn:,o:•1de la eterna r,'m111wr.1cion divina. En C'slo los ~laso:ws <>n nada d.ífier<>n de lus mor,dislas s ,¡.;rados, por manera que leJos de aparccúr como irreligiosos, pru eb,1 su conclttcla lodo lo contrario e videnciamio su reliaio– sidud. En los calalogos ~lasón;cos qu r he ,·i:,10 Im– presos en sus obr.,s, se: hallan !os noml>n•.s (k muchos g1:andcs sanlos que ven~ra In Iglesia, los de u11 gr.111 numero de prelados y ,sacerdotes de 10.los 1\1 11"'0S de mucha ciencia y virtud y que con sus escri tos i1a1; dcfondi<lo In 1•eligion <·on niucho ¡icicrto y enlu~ias– mo. ¿Se deberá creC'r por<Jue lo <liga cualquier 1.ote que estos !);rancies s·tnlo:; y grnndcs homl>r<'s eran irr~'iglososP 0 '1 Yosotros brillantes lumbrrr~s de la lglt•sia, Crisústomo, Tomas, Agus tín, Fcnelon y ílo– sonct, ([lié tanto hi<'tt h11bcis hec·llo al n1unc!o, mirad con indalgC'ncia la,igno1·a ncia su pina de <'sos munnu– radon•s; ar uctadles t·on t111 d<'st1illo de vuc~lra sabi– duría par.1que se an· rgüe11c-<·n ele su ('l'ror y entren <'11 la sl'nda de la virl\1cl .... \'ucl\•o á mi asunlo. Las ensei"'ianzas M.1~ónka:- se re>dt11:en únicamente á l11spir,1 r al hombre el amor mas asc>ttdrndo á la vi1·tud, a fortalece r su clt'l>ilicl,,d ttalura l conlra el halaga ele los \'icio,; y la ,··1ol1·1H·i,, ele las [MSiones, i1 il11slr,1rle su enlt• ndi111ic11lo del moclo mas <-licnz po– sihll', entusiasmarlo por ol llwn rlc s1ts semc·jantes y con,·c•nct•1-lo ele lo nrn} 111il que le <-sel r umplímie11- lo exucto de: toda~ :.11s ol>lt¡;.,c1011c·s, obligándose ade– mns Lodos los inkh1d<>s í1 consola rse y asistirse <'n todas las advcrsidnd,•s, amúndose ft-11lcrna111w11 te, por manern que todo 1-I que sea l>uen hijo, buen padre, buc'n esposo, buen amigo y bnen ciudadaclo, es nn v1•1·dadero ;\laso11, puc-:,to c¡ue MASON no es ot1·a cosa que wi llombra lumradQ amigo igualmente dat pobr, !/ da/ ri<:o, con tal que seam lwmórcs <le óicn. ( 1) Para lograr la11 l.1udal)l<'srr:-nl t1tdos 110 llan dc·jad<> los M,1so1ws ningu n resorte que toc11r; llan trabajado coi) un celo inca ns¡,b!e hasla n•unil· los <·lementos de l,1 instnl<'cion m,1i; sele('la, y han liallndo los me– dios ele dar una consislencia in.lcld>le á su fral('rnal amis tad. Así es que un ln:,?.!{'S halla hc> rn1a11os en el Japon y un peruano los hallará c>n Hu:sia dispue~to:s á llama rle y sororrede quizás ::ias gen1•rosamente que si lo fueran uterinos. Es tas son las 11odo11cs que las obr11s masónícas que cOt'l'Cn imprt >s.is y que hasta hoy nadie ha impusnado, nos suminislran sobre la ~,lasoncrí.1, y así juzgo que ninguno puede rnzona– blen)('nle q uererla mal. Por ml p,1rlc cleho decir para confusion mía , que taml>ien huho un tiempo en que manluve mi prco– cupacion t·ontra los ;\lnsoncs, fundado r n lo que ofa deci r ele ellos; m;is ahorn que hil hicndo analizado sus doc·trinas, n1e hallo dl'sengañado, l'Xíll'l'im<,>nto u11 ,·c·rd11dcro placer al presentar <•sla prqueiia ofrenda í1 las virtudt•s masónicas como un trí bu lo de ml ad– hcsion; umonest,1 1Hlo iÍ sus del l'IIClores iÍ que proc(•– d:,n con mn:; c·ordu r.1, lrnh'n1o prcs<•1lle <¡tia n1mca deba co,ulenarsa sin olr antes at acusado: )' roga ndo ,¡ mis l<•ctorrs indult1in la st•11cillC'1. de c·stc escrito producido por mi buen dcs(•O ele conlribuir ;\ loma~ útil_ y sl;::u_iendo la sen lc>ncia de Sé_ncca da que et maJOI' madw r¡uc tencmQ.~ <la asemeJarnos a IJios e& !tacar bien!/ da,,ir i·crdacl-Pam1mú, 15 dé L>idcmbre de 18:H-11- P. V. HELICIO~ Y CARIDAD. ¿VC>is el radia nte fulgor que en torno el espacio inunda, aquPI virn rC'splandor que como aurC>ola cirennda la f1·<'nte d<,>l t\cdento1? Es lu ,.h·a cla rielad ( 1) Se añ;1clc el porqué los Masones usan de signo:s parlicularespara r1Jco11ocer~rsi n que lo enliend;rn los dem:1s. Sin talC's signos es de r reer que algunos <'m– busll't'OS ulHtSaS<'n ele la l);c>n<,>ro,;idad y be11c,•olc11cia masónicas, sin que sus vi1·lt1d<'S lt•s hiciesen 11<·rccclo- 1·cs :1 ellas, }' para e\'ilar scmc,jantes <·nga1io,; son indispcmwl>!es C'sos si¡;nos co1no calificati\'os de qur las personns que los poseen son dignns de la coo– íiam~a y consuelos de sus he rmanos, por lo que nad,t de malo se deduce de u11(1 cosa <¡ue sulo mira ;'1 ¡we– sen·arse de las t1·upaeeri:is de lil deivcrgúc•n1.1 é de la maldad . ·
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