El Heraldo masonico
EL HER.ALDO. demucslr; la malicia y egoismo que domina ú stts autore::;. El retroceso de Espafia es dcbiuo c~clusiv~– mcntc a la infl uencia del fana tismo; y si la Ilalta no es ya libre, es porque los ul lr¿¡montanos se han cÓncentradoen ese bel lo pais para rompe r los gérmenes do prosperidad y bienanda!1za que es lu divisa del si 0 -lo. Espat1a ha sacudido un lan– to el servilism~ que se le imponia, é Italia des– pierta del letargo a que la capucha y el tosco, pero hipócrita sayal, lo condujeron. Poro los ohrernsdel porvenir no duermen; por el con– trario. su número se aumenta, y en el din del gran jurado, la opinion , designará ú cad;i _con_– ~rcgacion el puesto que le toca entre las rnslt- tuc·iones de la tierra . ¡ Conlinuará.) Revista de la Semana. l)ESPEDID.l-Dos h erma nos muy distinguidos por sus virtudrs y ·amabilidad, lran dc•jado vaca11tes sus l>ancos en el Resp.·. Tal!.·. «Cruz Austral", calle dei Acueducto-Uno, porque su empleo político le cond uce á otro lugar de la república; y el otro, por que una grare cnformedud demanda su srpnracion cle,entre nosotros: ambos h ermanos, quiera11 acep tar HUPstra cordial clespcclida y los ,·otos que hac<'mos, porque disfruten de 1\·licidad rn su nuen r rsiden– cia, procurando hacer brillar allí la luz masónica– El t'iltimo, debe contará mas, con que nurslra Ccr– yicnlc oracion al Arquitecto de los mundos, será siempre porque recobre su salud y Yuelrn pronto al sPno ele sus lwrm:1110s. ~ÚPLIC.\-Se nos ha informado que un ilustrado l1ermano del Hesp. ·. Tall .·. a Constancia Peruana» en ~u sbion de 18 del corriente, pronunc-ió un bellísimo discurso en que rrsalt.in las imilgencs mas valienlc•s y el mas puro lenguaje-Si este clc11odado atleta ,fr la 11nso11cría (1Uisic1·a honrar 11ueslro pcriócli<'o con sus produccio;H'S, haría al mismo tiempo un rc:mar– •·able servicio á la in~titucion y ú no, otros la gloria de darles publicidad . Dignaos, hrrrnano, 1·rmilirnos n1cstro discurso y rcei bid nuestras a n tici padus felici tariont>s. l:\'ICBCIO'iES- 1~1 Hesp. ·. 'fall.·. "Justicia» Ita reci– bido e1, su seno algunos nuevos rniernbros t'll las dos üitimus scrnanas; ya como iniciados, ya romo all– ilados. Cacta n·z que anunciamos la inrorporacion de 1111 11ucro solclt1do en las filas drl libe; alisrno, 110 podc- 1nos COlltt'IH'I' nuestro ¡?;07.0-LúS j0VCll('S ril'lllü::,OS, llenos de rid,1 y entusiasmo que cst;i 11 prnt' Lr,111clo e11 los misterios de h 1111soncria, 1·enrir,i 11 ;i s:•1· las poclr.rnsas columnas clcl ternplo de l,1 wirdacl---Toclas <•,as repelidas i11iciac;one,, so n Li pruPba p:ilpilante de la gr,llldeza de !.1 i11,Ulucion y di· !os progrnsus ,i que llegará la ve11idcra ¡rr11cracio1'. «LA ESTHELLA l>E P.n-,1~ü"-bt·1 ilustrada pu– blic,1c:on en su núm,•ro del IO del eo1Tie11lr! IJ;1 tc11i– do la bondad de aceptnr l'011 cntu;iasmo los r1·i1H·i– pios projamac!os por "El IIC>ralclo", y p:1r.1 que sus lectores los conozcan, inserta el prillll'l' artículo cil!I núnwro Jo. Debemos{¡ «La Esln·lla" gratitud por e l acto C'S– pon táneo de recomendar nuestro periórlico {1 la con– sideracion púb!ic,1; y ofrecemos il sus Hrcl,:clores l,1 fraternal arnislad que debe unir un cli;1 ú tocios los hombres, y les enviarnos desde aquí un suludo sin– cC'ro, que esprr.1mos se ctig11ar{rn acoger. VARIEDADES. LOS E S P OS O S. (,rnTÍCüLO ORIGINAL) ( Co11tinu. acion. Todos los bienes y males ele la socieclacl, se origi– nun del matrimonio. Cuando nno ele los rónyujes ha entrado en la im– pertccdl'r,t u11ion sin espontaneidad, difícil es que se comprendan. Cuando alp;uno ele los esposos gas ta sin meclicla 1,t hacienda romun, es posible las deSal'cnencias, l' se– ,..u ra la iníeli!'idacl ele los hijos. " Cuando en la socieclacl conyug;tf no hay reci¡H'oci– clncl de intereses y los actos del uno no ~on la cxprc– sion del otro, el matrimonio pierde la mitad ele su importancia. _ _ Cuando el esposo no haya sembruclo con ctuclados(, af,in 1'n el hogar domt'slieo la procluc:lint semilla de la hoi1eslidact y el dc!'Oro, el matrimonio puede su– frir consecne11cias funestas. Cuando la esposa pretende colocarse it una altura superior ú su Sl'XO, lo, lazos 111au·imo1üalPs pueden romperse. Cuando el espo,o PS disipador, nadie puede corrc– g:rlo como su consone, si es que le ha inspirado l'l'S– ¡,etuoso amor. Cua11clo alguno de los< ónyujrs se dedica i'i rsa :vida extremadanH'nle devota, que no s:i1e·c1e la Iglesia ni deja el confesonario, el m'atrimoHio, los hijos, los iutereses, todo se drsordena y l1asta se pierde. Para ser buen esposo, buen padre, buen c1udada– no, no se 11cccs1ta rn,1s que un corazon_ recio, y un,t alma pura y sPncilla; pue3 que el asccl1srno destruye las inspiraciones de bt uaturalezu y hace del hornbrn un autómata. ¡í.uú11tas clesgracins no tiene que .!arnen_tar la so– ciedad por la i11mocleracio11 de a 1 gu11os 111d1nduos p;: ra c11\?'(•garse ú la Yi ia penitentt•! Mucho:; malr1- 111011ios delwn ;i rsa pertinacia su ruptura . Todos ios cxt.rcrnos son vicio~o,: en el meclio cst:1 la Yirlud. Ctlilndo se llayn pc-nsnrlo con dC'tcneion ('11 la im– portancia del llHill'irno1,io y los c·ónyuj\-'S n'spett•n lo:; lazos que los un(•n, rlisminuirilll _los críme11es so– cialt-s. t::I hombre parlicularmen lc•, nntcs de conlr.lermn– trirnonio, dt 0 bc consultar si sn t·or,1zo11 c·st,i llasta11t:– f'orli!1cado p,1r,1 soportal'io; porque . si e~ ciPrlo que hace la felicidad ele un ,er cu,11,clo· el amor, la v1r– tnd y l,1s rnú tuas con:;iderario:H's fo1 man el lid,11110 nupci.. l, <'5 no menos cierto que un P11laee obligato– rio ó ele ci1-cu 11slancias, sella la ctel'll,1 dcsgrae1,1 clu lo, contrayentes. . _ i\acla h,iy mas sa nto que e l il!YIOr en C'I ma tr1>no1110; l' por cousiguiente, 11ad;t mas frú gil )' suscep l1bfci el;, sufrir graneles c¡ueh!',llltOS .\' C,lltSili' m i[('S 11l lll('llS~S. 1\mbos p;;posos c1r,1Jc11 cultirnr con asid110 empeno la fragante pf;mla ele su amol' y resp~·la!Jilidacl, poi' que ;i pirrde su arnm:1, la :n r'!i1 que !e :.!irncnt,t 111(– ri l'Ú l:1 n1 bien. (Con/ i,ward) ~~ ....,.,.,_,_.___..,_ ""!""-~'ll::.C""""''" .. ll'll~~~2~'tl SS. EE. de" El Heraldo .'.\Jasóoico. » Al dar la enhorabuena al H.Psfl. ·. T.· . "fosli– cia » por mi iniciaóon en los augn$tos trahil,ios de los l11Jos ele la v-iuda, véome obligado 6 t'E'S· pooclerosdemos!randoos mi agradecimi0nto. Pe-
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