El Heraldo masonico
EL HERALDO. veces· convencer á hombres sensatos y de ideas liberales, solo poi· el obstinado secreto que se ha guardado de las ceremonias mas inocentes <1ne"consti1uyen la parte practica del masonis– mo. Conociendo este error los ilustrados maso– nes de Francia, Inglaterra y Eslaclos Unidos de Am6rica, han abierto las puertas ele los talleres {t sus familias para que sean testi gos de los fune– rales, bautismos, ~·ecepcion ele visitadores de al– tos grados y otros trabajos que, por muy públicos que se efectúen, nada púeclen revelar del gran secreto que consti tu ye la union masónica. Así es que lus festividades de San Juan y o tras, son concnrridas por un numeroso gentio que no ha recibido la iniciacion. En Estados Unidos, las logias en corporacion v adornados sus miembros con sus distintivos inasónicos, pasean las calles en la mitad del dia, J'ª para visi tur á otra logia, ya para acompa11ar á la última mansion á un hermano difunto. Aquí en el Perú ha sucedido tambien que un sacerdote eminente y grande dignata rio de la iglesia, mal informado sin duda, deprirnia á los masones desde la catedra del Espíritu Santo: sa– bido esto por los hermanos, lo condujeron al 1 ugar de los I rabajos, y despues de haberlos prn– senciado, salió abismado de lo que babia visto y protestando no predicar jamas contra una insti– tncion tan pura, lo gueen efecto cumplió. Estos hechos comprneban lu bondad de la asociacion , y lo útil que será tanto para el la, como para los concurrentes, abrir las puertas de los talleres en determinados trn!iajos. Desde en– tónces desapareceran en su totalidad las preocu– paciones y los desfavorables comentarios con que quiere desprestigiarse á la masone: ia y la afluencia ele miembros meritorios la harü poner se á la altura de la primera institucion de la tierra. INSERCIONES. LA «PERPENDICULAR". Si la línea que lleva este nombre tiene tanta importancia en la Geometría prf. ·., mas la tiene aun en la « Geometría mística". En la primera sirve de punto de párlida al arfe arquilectónico , y en la segnnda sirve de piedra de toque para la conciencia humana. En una, es la línea male– rnútica, en la otra , la j usticia socia l: en aquella encuen tra su límite donde acaba la fuerza del artista, y en esta encuentra sn pri ncipio donde empieza la eternidad. Hagamos por desarrollar rstas ideas, aunqne la cxprcsion de nu estras concepciones no pneda tener la grandeza de ellas, que basta solo querer traclueirlas en el len– gnajc ele los hombres, para que pierdan lo que de divino les daba el pensamicnto.1 Los grandiosos monumenlos de arquitectura que han admirado a los siglos, y los que hoy nsornhr,1n ü la lrnmanidacl, deben ,í esa línea su portentosa estabilidad, y solo con apoyars en ella, han logrado burlar las fuertes sacU(f1J'Js que, en las revoluciones etnicas del globo, de– bian anonadarlos. Las Pirámides ele Egipto viven y vivirán al Ira v6s de las edades, y el Templo de Diana exis– tiria, sin el hacha incendiaria de un mal vado. Las Torres inclinadas de Piza y Bolonia que ame– nazan ruina por su avanc_e sobre el Oriente, per– manecen misteriosamente inmóbiks, porque la uPerpendicular» reveló al artífice tan magnílico secre to. Hoy el hombre ha robado ü la natura– leza la fuerza con que sostiene sus colnmnaseter– nas de grani to en la uGeometría» prf.·.; esa lí– nea ocupa un l11ga1• tanto mas impo rlante cuanto que de su relacion con otras resultan el ccequian– gula r ,> el sólido llamado cubo. Ahora , si Je! sentido material de esta línea pasamos a conside– rarla en su sentido moral, que es el objeto que mueve mi humilde pluma , se encontrara que ella es él símbolo sagrado de la rectitud de la justi– cia-la justicia misma . Hagamos llegar desde un punto cualquiera, u'ha pqrpendicnlal' sobre otra línea, y se vera que forma con esta dos ún– gulos rectos-emblema ele la Igualdad: que todos los puutos de que constan, equid ista de los de la otra línea a un lado y otro de la misma línea di – vidida-emblema de los derechos de todos los hombres, á igua l pa1\e de justicia; y en fin se vera que prolongündola no encuen l,ra término - emblema de la Humanidad, que abraza todo el universo. Quien medite sobre el fie l de una bulanza en su mas completo equilibrio, no puede dejar de hacerse bueno. Lu justicia es « como el sandafo que perfuma el hacha que le hiere o. El homb re por tener lél posieion de esa línen, puede ver el cielo: los brn– los están inclinados a la lierra. La serpiente por haber querido elevarse basta el hombre, se arrastra por el sucio. Si quereis otra rrneba del sen tido místico de la urerpendicular, ,> dirijid vuestras miradas.so – bre el Gólgota, y allí lo encon trareis en su mas perfecto, sublime y diYino simbolismo. Allí es– la la cruz!!! Las líneas tendidas há<-ia el Orien– te, parecen que llamao á la humanidad como un padre ú sus brazos al hijo desca rriado. _y la línea perpendicular, que comple ta el si::,_.,o do la (< He– dencion 1> nos indi~a el cielo, e ,mo el dedo de Dios mostrando ii i\Ioises en el Nébo, In tierra de prornision-Sobrc una crn~ basó el divino Sa l– vador del mundo, y sobre !10a cruz se u poyó la libertad . • Dichoso el qiie pneda comprender lu grande– za de ese emblema de la justicio!.. Dichoso el que puede morir mirando al cielo! .. La "per– penclicnlar II elevándose de la tierra al cielo, no puede hablarnos mas claro sobre los deberes del hombre para con el Supremo Anp1ilct:lo del uni– verso!!! .
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