El Heraldo masonico
--.. Et BE.BALDO. -~-· ---------------------------- • & 1~ t>slii·rli~es-. 'f qn.1 f':,O' p. ·qne-ii01 blne qoe h;t de,li~t11ll',Ldcu1n» l,nil«» h i,m.lilt~l.':n;ru, de,;·1p 11rC'il.'1tl!"á p.1rn sic rn.¡1 re. . :\o.s&[n:a;; rlo J,;1c'!!'n'W-'! m J!S qr1>e \.J!,mFH" :i- fa m1ion r fa e,mcor,firt ;1 11u rslro, '.wrm 1nns p<1 ra que la :n tso– ncrfa rn·0opcre y sig,1 su l11itl't'l1a t1·íu:1f,tl . LuIOS:'iAS-\luy ace,·tatlo h a <·stado fl gohierno a l rec~rnzar \,~ ¡whdun tll'I p,,dre Anani¡¡s Erok,w íXtra colecta r limosna~ r11 la Capital, porque con ('S,ls in– venciones piadosas 110 se hace otra cosa que explota r al inocente p ul'l)!o co11 pro,·¡•r bo de unos pocos, que tirne11 nwjo res y m:1s t•x¡wditos ml'dius pa ra buscar sn subsistenci'a . Et obrero ec(ar.ado hajo el sislem 1 de una ca ridad er:sliana mal !'Hlf"lldicla , cntrqr1 l.1 ünit:a moneda (f•ll' posel', ;i un dt•rnandc ro q.uc lleva "<'slido talar. a un cu;rndo 5us pequl'iios l~ijo., se que– tlet1 sin corrtt,)r ese día . Si las congrrgaciones con\:C'nt11,ties no euentan con los rec- u rsos neccs,wios !').trn att•nck r a sn:; ncccsicl:1- des, prefel'iblc sería t¡uc desblies,•11 de su empeüo de lra,ladarse á lo:; de:;.ierlos ó luµ:a1•ps habi laflo,; por sail·aj<'s; y al haccrio, rltbit-ra11 solicita r de los go– bier11os C<'icsii1,ticos, que con b,istantes l'('Il t•as euc·n– t:1n, unil pension qur. tt>s t·'.'.itasc la mo~csna de rn– corr<'I' el mundo y mor tificar ;i las f,11nhiias pobres, que son gC.'nrr,tlmente las que cont ribuyen al soste– nimiC.'ntu ele las ,nisiones, porque componiéndose la pob!acion e n s11 mayo ría tk gente proletaria, y como para ("Sa cLtse ele erog.,cione:; tan to da e l pobre corno el r ico, resu lta pues que los l'•<►bi'es se priv,m de s us recursos i11clispcns;1blcs, y ~o.n ellos los qu e sufren las co11,rcucncias ele las limosnas. Por oira parle, si ros gobier nos eclesiásticos 110 t ienen recu rsos para soslenH á los misione ros, estos de,;e1t p rocurar proporcioii:trselos lnbrant!o la tierra par.1 que produzca; pues, ,, nuestrn juh;io, nMs 1t1 - c linara á lo, salvaJe~ á rivit' c·n sociedad y domina r sus i11sli nlos, e l hecho que la pah•.bra. E l h0mbre de las selvas q ue 110 entiende el idionn en qu e se le h,tbla y cshá acostumbrado á un·1 vicla'libre y activa, 110 purc!e convenirse con la i¡ingotahle y siempre i~u;tl fraseología del pr('clicador, mient rc1,s que el l t\1- b.1jo j' la novedad de l hecho qne vé y palpa, le a trae insonsib!emcntc á la civilizJcion y á las cre.~n– das refigiosas. l}u esLt y no de otra manpr ,1 debia ernprenrl('rse e l ca tequismo ele fo, sakajes, con la se¡wridad d·e J.men éxito y sin gra n. fatiga para los religiosos. fü.mmnoo-La sú¡,lica. qu e dirigimos en nuestro núrnl• ro l o á los h ermanos scrre tar ios de las logias, creímos q ue fuese a te ncti'da; pero como hasta hoy niugu n cla to h emos recibido ,q u e ¡, u cda h e rmosea r la Sl'ccion de que estamos Nl(',!rgados, les rog.11nos nuevarn.•n le q ue se d ignen l<IYOf'(>Ct> rnos con a lguna l ncl icacion siquie ra ele un hech o nolal>le que merezca ser consignado para q ue los lector es de <t8i He ra lclou estén a l cor riente de los rn (>dios q ue cn1plca la ma– son(>ri,1 r n rea lizar s us grnncl(>S fiiws. Con el obje to de que desapn r rzca n los escrúpulos que pu d ieran ab rigarse de 1·evchn· l0S secretos ó queb rantar los jurarno11tos, en viando los datos que solicita,nos, nos p ermitimos mencionar los asun to:; sobre q ue puede hab larse en crLa Be Yista,,, en la i ntdr¡:?:ell(;ia que no insistimos e n eslO por fal til de mah\ri.iles, sino porq ue las logias u nas ú o lras se c:;– timu lt• n e n proponer y discutir cuestiones ú ttles y de rnl<'rE's verd,,de rnme nle masóniro. Ptwrle, pues, tratarse de l número de tniciados y de l os 'ldPl anlos, sin nomb ra r á los candi·ctatos- inser– tarse los disr· ursos p ronunciados efl esas cer emonias y ios moti vados por o tros objetos- colocarse- las pro– posidoncs de comun u lillctad-aarse cuenta ele !.os 1·etmrsos prnporc;ionados a los hermanos y p rofanos p.ul :J1•~ y rnf¿nuc:s s[n mctte.i.m1ar su:, nornbre.s, :¡¡ ct1 fü1, p,m~,I:<: l!'.th1·.;e de- otrru !ltt1-·bo,~ i1snntos líJlti,e c:k- 1'.b.•n poaerse rm co:10,e-i1nBenhHld ptHúco ().O.l' d p,j'-,;,.. tigi:& etc h'l H'?~~tffifrvll". Si (!sl·t aclaracion nada ar~uyc {t 1'1\·or ele ntH's tra solicituct, !(•miremos que l't.'Si::;11.. rnos ú llenar nuestro pcrió lico con asul)t os no €111anaclos de las logias, sin. que por eso dcjell7};1s de ,tcat;rr la o,¡:¡,i11io11 de !a ma– yo1-Lt de los hrrup,nos, q ue habrán creído prudc11te gu1rctar u na absqlu ta rcserrn . ~'=---~ Tj'EWIWWtz:tzra¡g ..,~~ PADHE Y MA D'H E , (.unÍCt:;LO ORIGINAL) El nadre, segun los derechos de la natura le– z;i, in~·iste el dc~blc c¡¡rúcter ele jefo y juez: man– da y c¡¡st i1,n . La madre como pa rtícipe de esos derechos, ejerce la mision de dukifir..ar los arrebatos do– m6sticos rara qt1e h:i paz y el ónlen hagan feliz y llevadera la existencia de los cónyujes y sus h ijos . Ei padre .Y ta madre que descuidan la ednea– ' cion moral de sus hijos, son responsa bles de los vicios que estos adquieren despues. La cuerda mas sensible del cornzon humai~o es la tern ura füia l. La mad re qnc abandona a su hijo al nacer para mos·trarse para ante b sociedaú, es una üera capaz de los crímenes mas atroces. Cuando el amol' recíp1·oco ;de padl'cs can hi – jos no ope ran entre ell os la reconcil iacton y los conl~uce a los deberes de cada uno, nada queda eapaz de conmover esos corazones. El' pactrc para serlo, ha <le mezclar el amor eon la respe tabilidad. La madre es el a¡zente enca rgado de incul ca r en el corazon de su hijo , esas maxímas religiosas que forman al hombre de bien. El pad re, á mas del Jebe!' en que esta de pre– para r fa inteligencia de s11s hijos para la edu– cacion, debe tambien ins tru irles desde temprano en el conocimiento de bs obligaciones sociales) y retemplar su espíritu con el amor ,de la patria. Nada hay mas grato para el hombre que la tranqnil iclad de s11 conciencia, frn ro que produce· los buenos consejos que los pudres deben dar a sns hijos desde la infan cia. ~El cari,cter de padre es el mas s<'',...,,r,t, 111agís– leri()) y para desempeñarlo digr ./11lente es me– nester qne la cadena ele debere' no se rompa de pad res a hijos, sino que se e" á'serve eslabonada y fuer te cada vez mas en la-., generaciones subsi- gnie ntes. ~ La buena organi1tl'cion social depende d~ los padres de famil ia. Cna ndo los padres se hayan penetrado de esta verdad y l'a prac ti quen , los gobiernos no emplearán sus cuidados en morige rar las cos– tumbaes del pneblo y las naciones seran felices.
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