El Heraldo masonico
- ~L HERALDO MASONICO; ~---- - -- ~ --"~~--- } Callao, Sábado 15 de Febrero de 1862. {-Múm-:-3 ,¡;¡¡;;;;¡¡;¡;_,;;;;;;¡;~;¡¡¡;;:;¡;;;:;¡;;;;;;;¡;.;;¡;,.;;;;;;¡;;,;.;;;;;;;;;;;.;.,;;;;¡;;;¡;;¡:;;¡_;¡¡¡~;:¡¡,.,,.;¡;;;..s-;¡;¡..,.;;;:m,u~. :".:.r.:......,.,_-_,_,..~~~~-;;;-~.;;,;;;, ;;;;;:;¡ ..• ;;;.,;;;,.;;;,.. ~ ...,:...._..;;;; ._ "I•- .._.,....:;;; Año I EL HERALDO. CALLAO, H5 DE FmmERO DE 1862. OllÍGE~ DE LA l\lASONEHL\. (Conlinuacion ) Las relaciones históricas para que merezcun el crédito uniyersal, deben estartestiücadas con lieclios, fechas 0 6pocas y con la imparcialidad del historiador. Si, como es natural, este no puede siempre referirse 11 ar¡uellos acontecimien– tos en que fué tcst:go ocular, tiene que sujetar– se á la tradicion 6 al testimonio de autores desa– pasionados pa ra or¡;aniznr su trabajo. En la ma - 1.onería tocamos con graves é invenciules difi– cultades parac•ncontrnr la raiz 6 pur.to departida de la institucion, puesto que, habiendose prac– ticado siempre de un modo misterioso, y sufri do, por otro lado, frecuentes persecuciones del absolutis.110, han desapa recido sus a rchi\'os, unas veces por el incendio, otras por el extraiia– niieuto de los masones y las mas, por la ocul!a– cion y ninguna idea escrita c1ue han querido de– jar los iniciados. · El masonismo en todo tiempo ha sido el es– panto de las prcocnpaciones, y ':ill iuílnellcia mis– teri osa ha producido grande agitacion en los tronos y en los clauslros; asi es que unos y otros lian conspirado contra él) consiguiendo cou esto, sinó su ex terminio, ü lo menos la inseguridad ele suc. trabajos, y que sus prosélitos no l~ayan ten i– do resideucia fija en ningun pais . De a:1ui viene pues la perdida de los ducurncntosquc debiere n servi r al clnografo paru legar t la posteridad la joya preciosa de !u historia rnasonica. Pero qu6 extraüo es que unu asociocion tnn persegu ida no cuente con los comprobant es du orígon, cuando la navegacion , las mnteu1üti<',1 s, la astronomía) la flloso fia y otras l'iencias 6 in– ven:.osque han producido la ilustracion y co1Her- -;-;-üuo , ~ 1 " en un panorama delicioso, !.1mpo– co se conoce c.., exactitud su procedencia? ;,Pllr qué pues ala rmn nos Je no encontrar d(;nde v 4uié11 fundó la pri,.·0ra logia masóni c:a?.\.l eutados con la iucu de q uo la e -.curi<lud en q uc se pierde el orígcn del nwso nismo n, puede des virtuarlo, pa– s.imos á ocuparnos de él , s"311 n los datos reco– jidos·. Si el inventor de una cosa ( 1 lil adquiere méritos y glo ria, la inúrncion misma q11e no mucre y ye pasa r los siglos unos tras otros os s11 mnyor galardon . No importa pues que no sepa– mos quien nos liiza tant o bien, bastu que no,; aprovec hemos de su invento y que la humanidad recoja los frutos desn trabnjo. C_usi )ºd~s los autores con\·icnen en que nnes– trn wst1tuc1on es derivada de los misteri0s de Et,,iplo, pero examinando lo que estú escrito de esas tremendas ínkiac: iones , solo p11cdedcdudr– sc que alpina semejanza l1ay en la forma y uin– guna en el modo . Los egipcios tenían por objeto probar el ,:::llor y talento de sus illiciac!os, por eso !os l!acian pa_sa r por prnebas bru!a lcs y ca– paces de cond11c1 r á la muerlea l candidat.u. Des– pues de l,in crue l ceremonial, nada se d<,ja tras– lucir siquiera de la mision filosóftc·a, po!ítiea 6 religiosa que debieran· llenar los iniciados en los miste rios Je Egip to. En los primeros tiempos , cuando los roblado– res c~e la t1e1-ra ~ran en muy escaso núrnero y no se Opba la cons1derac:ion general en las cien– cias, las art es ni en los adelantos huniuno·;, "en que los vicios de la (•poca prcseute eran desco- 1~ocidos, parece e~truüo que estuviese cu prnc– t1ca un ceremonial tan duro y alerr;_;nt::.-, sin ning11 11 objeto benéfico á la humanidad ni aun a los asociados. Si se Ira taba do endurecer el co– razon del hombre parn acostumbrarlo u la friti<Ya y á los sinsabores de la Yida, la iuiciacíon dclJó ser general y no tan es~·lusivista como era. Si se pretcndia estatu ir un cen tro de virtudes, no era mer.ester un secreto tan rigoroso, cura vi olucion se castigalrn con la muerte rnud1as ,·eces, , ,)or q11e cse mismo sec reto a temori zalJa a los i~1:·in– dos _c:uando dejaban \ 7 is lumbrar siquiera que co– nocwn los arcanos do la iuiciacion. Si rs!a te– nia por objeto cimentar olguna creencia rc1ligio– sa., natural parece qne sus doct ri nas lwbicran 1:r~rwgádosc ent:·c la mullilucl, desde que la re- 1131011 es el corazon del homl,re v el núclflü de la suciedad . Si, en fin, la iniciacio11 e11 los misterios egipcios llu!Jicra entrañado inmornlidad , no se desprcnde r¡Í de 2llos 1u masonería, que es., eomo !o liemos dic!io, la moral mas fH1r.1. Conlinuará. Revista de la Semana. ll1S1DE:-.cu - llrmos siclo informados de que se tra– b.ija adh·a llll'll lt• por vol n•1· iÍ rea nudar l¡is n· lacio– ne:; rna, ónica; qup por malus intt:ligPiwias ele un I r otra p.:l'tc sr. t,a!Ji:111 roto. Part•ec que cu esto; a r– rl'glos ha inJluirlo el cHYiaclo del ~•,rnn o rieule cln Ingla terra, y qne se pr(·scu larú dc11tro de porns días rn:,s una proposiciou honrosa para ;im!J.,s partl',, la qt:l~sostenctrú11 Lodos los 111nson,'s m.1s caractc:riz,1dos del o riente perna 110 . Si esto fuese ,·prclacl y los rc– sulludos correspunrlirscn a la acl iYiclat1 que hoy, se d ice, estila dcspil'ga11do :tl-gu11os hermanos rrs¡wta– bles, uos a trcYemos ú nugurn r que sus csfue1·7,os 110
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