Cognición, neurociencia y aprendizaje. El adolescente en la educación superior

porque aporta la energía necesaria para los procesos cognitivos que, como la atención y la memoria, están asociados a este. A pesar de que la masa cerebral corresponde al 2% de la del cuerpo, este gasta el 20% o la quinta parte de la energía que consume, lo que significa que es muy sensible a todo lo que ingerimos como alimento. Al cerebro no solo lo afecta la desnutrición sino la mala nutrición, es decir una dieta desbalanceada. Greenfield (2007) recoge del fisiólogo J. Stein que la desnutrición genera deficiencia en el desarrollo de los fetos, bebés y niños pequeños. En nuestro medio los trabajos de Pollit (1982) ya muestran datos alarmantes sobre el impacto de la desnutrición

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx