Cognición, neurociencia y aprendizaje. El adolescente en la educación superior
está enlazada a la adversidad temprana. El desarrollo de la agresión también está asociado con un aumento de actividad de la amígdala y la reducción de activación de la corteza cingulada. Los cambios en estas redes córtico-límbicas se han relacionado con el comportamiento agresivo y vinculado a una disfunción de la respuesta de la amígdala y corteza órbito frontal, situación observada en los estudios de neuroimagen funcional en individuos con agresión impulsiva. Experimentar altos niveles de estrés durante períodos críticos del desarrollo puede alterar la expresión de los genes serotoninérgicos (asociados a la depresión, TDAH e impulsividad) y afectar el funcionamiento y conectividad de las áreas del cerebro
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