Además, logró la alineación de la siguiente manera: en un sector como el de la alta tecnología existen acuerdos de protección de precios entre los fabricantes y distribuidores, con lo cual, si el distribuidor adquiere una PC para venderla en US$ 1000 y dos semanas después el fabricante ordena una reducción de precios a los distribuidores de US$ 50, entonces el fabricante debe rembolsar dichos US$ 50 al distribuidor. Para evitar los sobrecostos que representa la protección de precios, HP implementó programas de VMI con sus distribuidores y les dio incentivos para que redujeran los stocks sin afectar una disponibilidad mínima del producto previamente acordada. Dichos incentivos resultaban para HP más económicos que la protección del precio (Callioni y otros, 2005, pp. 7279). A lo largo de los ejemplos expuestos en este capítulo, el lector puede comprobar que la gestión de cadenas de suministro es por lo general iniciativa del fabricante, e incluye a los eslabones inmediatos anteriores y posteriores. Aunque la iniciativa sea del fabricante, y abarca a su proveedor y al distribuidor o minorista, la definición de la cadena de suministro abarca a todas las empresas que participan en la cadena, desde que el producto es materia prima hasta que llega al consumidor final. Esto aún no se ha dado, pero se espera que en los siguientes años podamos tener casos reales y exitosos en los que se logre integrar un mayor número de participantes en la gestión de la cadena de suministro. Resumen del capítulo 1.La complejidad de la gestión de la cadena de suministro está determinada por la cantidad y variedad de empresas participantes en esta, que va desde proveedores hasta el cliente final, y por los distintos objetivos que tiene cada una de estas empresas participantes, que en algunos casos pueden llegar a ser contradictorios. 2.El efecto látigo está relacionado con la distorsión de la información de la demanda a lo largo de la cadena de suministro, con lo cual pequeñas variaciones de la demanda en el nivel del minorista se amplifican hasta llegar a ser grandes variaciones en el nivel del fabricante o proveedor. 3.Las acciones para mitigar el efecto látigo son: a) Uso de la demanda real del cliente final. b) Uso intensivo de las tecnologías de información. 538
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