químicas potentes, etc., que deterioraban rápidamente la etiqueta de código de barras. La solución RFID consistió en encapsular el tag en policarbonato para protegerlo de los procesos de producción a los que estaba expuesto. Dicho tag es adherido a cada bobina de tela; adicionalmente, en cada entrada y salida de cada etapa del proceso productivo se colocaron equipos de RFID para controlar el flujo de productos en todo momento y asegurar que todo funcione según lo planificado. Luego de terminado el proceso productivo, se forra la bobina con plástico y el sistema determina si esta se debe almacenar o cargar a un camión directamente para ser entregada al cliente. Entre los principales beneficios que encontró la empresa Griva, continúa Hostalot, se encuentran los siguientes: • Cero errores en el envío de materiales a los clientes. • Incremento en la productividad reduciendo los trabajos manuales. Se ha pasado de enviar 400 bobinas en diez horas con dos trabajadores a 600 bobinas en ocho horas con dos trabajadores. • Se han reducido los costos de envío de las bobinas. • Se ha logrado la trazabilidad a las 300 000 bobinas que se producen al año. • La tasa interna de ahorro de la inversión ha sido el 30% en los primeros nueve meses, incluyendo las eficiencias logísticas y los costos de almacenamiento. PUNTO CLAVE La utilización de estándares tanto para los códigos de barra como para los sistemas de RFID/EPC permite, además de una rápida y precisa identificación, facilitar el flujo de información entre las empresas que participan en la cadena de distribución del producto. 4. CICLO DE ALMACENAMIENTO El ciclo de almacenamiento de los productos está constituido por las siguientes etapas: 128
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