Boletín de la Biblioteca Nacional N° 91 92
Al morir el Dr. Jorge Basadre, nuestro Director Emérito, a quién tuvimos el honor de presentar para el Premio Rafael Heliodoro Valle, la pri- mera vez que fue convocado; Meche rindió un sencillo pero emotivo y pro- fundo homenaje el 28 de agosto de 1980, mediante la publicación del "De- cálogo de un bibliotecario'', en que expresa el sentimiento de dolor que em- bargó a la Biblioteca Nacional por la muerte de su reconstructor y las pala- bras que ella cree escuchar como último mensaje del Maestro a los bibliote- earios peruanos; este Decálogo en realidad encierra la filosofía de la vida profesional de Meche, leyéndolo la comprendemos plenamente. Es de gran interés su artículo "El depósito legal y la disponibilidad de las publicaciones: el ejemplo del Perú", publicado en la "Revista de la UNESCO de ciencias de la información, bibliotecología y archivología'': Vol. II. N 9 1, enero-marzo de 1980; en el que estudia "la problemática del libro en el Perú que ha contribuído al establecimiento de una potencial distancia rntre el buscador de la información o simplemente amante de la lectura y el vehículo más eficáz de la transferencia cultural científica tecnológica", con- cluye proponiendo un ' 'Proyecto de planeamiento de la Biblioteca Nacional del Perú como pre centro de DUPP (disponibilidad universal de publicacio- nes peruanas). Hasta 1982 continuó desempeñando el cargo de Sub Directora de la Biblioteca Nacional, apoyando con sus conocimientos y amplia experiencia a los Directores con quienes le tocó colaborar, brindando siempre el mejor consejo. Se ocupó con mucho esmero de la reclasificación de cargos de Bi- bliotecttrios en la Administración Pública para que se hiciera justicia a los colegas que trabajan en reparticiones estatales sin tener el merecido reco- nocimiento por sus servicios profesionales. Se retiró para dedicarse a su hogar, tenía ilusiones y no pensaba aban- donar totalmente la profesión, tenía trazados algunos planes de investigación bibliográfica pero, el tiempo no se le permitió; felizmente si ~e concedió Dios conocer a su primer nieto, circunstancia que para ella revistió singular im- portancia por lo que la menciono. Se fue Meche el 31 de julio de 1984. Gracias amiga por todo lo que nos diste. María Bonilla de Gaviria 93
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