Boletín de la Biblioteca Nacional N° 43-44
7 de la "Introducción a la historia natural" inserta en la E11ciclopedia, tomo l; de la célebre Madame de Graffigny, autora de Cartas Peruanas, 1755 (en el N? 15), del abate Raynal (1713-96), autor de la '.Historia filosófica y política de las 1ndias y de Bernardino de Saint– Pierre (1737-1814), autor de Etudcs ele la '.Nature, obra que antecedió a Pablo y 'Virginia. En Saint-Pierre se admira las descripciones realistas y un nuevo sentimiento de la naturaleza, que palpita en muchos bosquejos del paisaje peruano insertos en el ::Mercurio, y acaso un lenguaje y vocabulario de nueva y apasionada expresividad que ya anuncia el advenimiento del ro– manticismo. Mas adelante se apoyan referencias en las obras francesas de Carlos Roliin (1661- 1741) '.Historia de las artes y las ciencia> y Antonio Sabastier (1742-1817), autor del primer Diccionario de Literatura. En aquel "Discurso" de Rousseau mencionado (muy anterior al Emilio y al Contrato So– cial) éste señalaba la injusticia de las desigualdades sociales mientras la naturaleza muestra una igualdad ejemplar, y agregaba: "Va manifiestamente contra las leyes de la naturaleza y ... es injusto que un puñado de hombres goce de toda especie de superfluidades, mientras la hambrienta multitud carece de lo necesario". Naturalmente esta frase no está citada, pero el pensamiento rousscauniano, en su conjunto crítico, es dominante en muchos de los escritos de la revista peruana. Pero la cita del pensamiento de Rousseau es más explícita en la disertación de Baquijano y Carrillo sobre la "Historia del descubrimiento del cerro de Potosí" (inserto en el N? 211, de enero de 1793) donde dice: "La Academia de Dijon en 1750 propone para sus premios la cuestión de si el restablecimiento de la Ciencias y las Artes ha contribuido a depurar las costumbres. Juan Jacobo Rousseau, no conocido hasta entonces en la repúbli– ca de las letras, quiere sostener la afinnativa: uno de sus amigos dice: "esta es la fuente de los asnos" elegid la negativa y os anuncio el más feliz suceso. En efecto su discurso contra las Ciencias pareció el mejor escrito y meditado y la Academia lo coronó". La preferencia por el pensamiento francés moderno puede confirmarse a través de otras citas que ya no corresponden a los hombres de la Enciclo/Jcdia. Anotamos la referencia a las ideas de Montaigne (N9 69), Pascal (N'I 73), Racine y Corneille (N9 4) hasta Juan Bautista Thiers (El abogado de los pobres, N9 119), el crítico y filósofo Alexander Severein (1720- 1805; J-listoria de la 'Jilosofía ::Moderna de 1769) y los científicos modernos, todos vivientes mientras se publicaba el ::Mercurio: Lavoisicr (1743-9•1), Berthollet (1748-1822), Laplace (1749- 1827) y Meunier. Por lo demás es constante la cita de prnsamientos y observaciones morales muy laicas de La Bruyére (1646-96), La Rochefoucauld (1658-1745), Fontcnelle (autor de La f>luralidad de los mundos, 1657-1757, en el tomo VIII), Nicolás Boileau (1636-1711; Las sátiras, en el mismo tomo) y Buffon, célebre autor de la '.Historia natural, que vivió de 1707 a 1788. Pero la hegemonía del pensamiento francés entre los redactores del ::Mercurio no es total, pues además se muestra el impacto de obras de intelectuales ingleses y en general de muchos otros autores europeos. Debe agregarse la predilección entonces novísima por la lite– ratura de viajes y la preferencia con que las páginas del ::iW ercurio acogen las traducciones de literatura francesa e italiana. La inquietud europeista Hipólito Unánue en su discurso "Decadencia y restauración del Perü", dicho en la inau– guración del Anfiteatro Anatómico, hizo gran derroche de erudición científica proveniente de autores ingleses, franceses y alemanes modernos.
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