Boletín de la Biblioteca Nacional N° 43-44

Incluyendo guam1c10nes Y los diez pesos de hechu Y a pesar de su estructura Que parece teatral, Su salero lo hace tal Que realza la hermosura. Yo rajé una noche entera Por probar a un majadero, Que el ::Faldellín perulero Es mejor que la Pollera. La respuesta de tal era Decir, que al pegar un salto, O para subir a un Alto Se exponía a lo indecente; Y que el común de la gente Lo gasta muy corto y falto En fin, amigos, concluyo Esta larga descripción, Con decir que mi intención Es quedar Amigo tuyo; Sólo por último arguyo Que si hay algún enemigo Que se oponga a lo que digo Del ::Faldellín del Perú, Que ciña su viricú Y venga a reñir conmigo. 25 En el número 21 se da una noticia de los León Pinelo, la cual se limita a reseñar la vida y obra de don Antonio, anunciando que en próximos números se ocuparía de las de don Juan y don Diego. Hasta el número 34 con que se cierran el primer tomo y el primer cua– trimestre, no se inserta dicha continuación. En cambio practicamente llena los números 23 a 31 inclusive, una ''Disertación histórico política sobre el Comercio en el Perú", sumamente nutrida de doctrina y datos, la cual debiera ser reimpresa aparte y debidamente anotada, co– mo una contribución eficaz al conocimento del desarrollo económico del país. El Papel periódico que, bajo la protección del Virrey Ezpeleta, se empezó a. publicar en– tonces en Santa Fe de Bogotá, recibe larga reseña en el número 34. Los "mercuriales" salu– daban a su congéneres, bogotanos, entre quienes iba a florecer la nueva ciencia americana, guiada allí por Celestino Mutiz, con la inapreciable cooperación de hombres de la talla de Caldas, Lozano, Zea y Nariño. La "Ilustración" marchaba a grandes pasos por la vía del Progreso, al encuentro de la libertad, en todo el continente, como diría Vizcardo, "español-ame– ricano, lo cual no tiene nada que ver con el lesbianismo, sino que se concreta a algo más breve, la pretensión de que toda mujer debe de ser llamada señora y tenida por tal, es decir, por Donna, doña, o patrona. El articulista disciente de las protestas femeninas con tal respec– to, y afirma al contrario, que así como las mujeres se llaman del bello y del sexo devoto, apesar de que, como la Bruyere afirmaba, hay muchas hipócritas en el sexo devoto y muchas feas en el bello, así el título y tratamiento de "señoras" suele ser inadecuado, y fruto solo de una con– cesión cortés o galante del hombre frente a la mujer. La edición facsimilar del :Mercurio Peruano se detiene en los finales del mes de abril de 1792, y cubre, por consiguiente solo dieciseis meses, a partir del 19 de enero de 1791. Los

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