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con toda mi btíena voluntad, no habrla podido cumplimentar, si en la Bi–

blioteca no hubiera existido abundante venero de investigación

y

de com–

probatoria consu Ita.

Las comisiones de las Cámaras L'egislativas

y

las Codificadoras

y

Comerciales, encuentran constantemente en la Biblioteca un auxiliar po–

deroso. Altas personalidades de la Magistratu,ra y Foro Nacional buscan

también, en el establecimiento de mi cargo, antecedentes para la decisi·ón

acertada de graví5imas cuestiones; y los alumnos universitarios hallan

para el desarrollo de sus respectivas tesis, variado caudal de doctrina, en

los libros que, sin la menor restricción, cl!lido de que les sean franqueados.

Al Gobierno, Congreso, Municipio, á ti:>dos, en fin, interesa propen-

der al engrandecimiúlto de institución que tan útiles setvicios presta.

·

Señor Ministro:

Seis años de perseverante labor me permiten, al pasar hoy á US. la

Memoria bienal de r888 á 1890, terminar ésta afirmando que la Blbliote–

ca de mi cargo ha salido del estado embrionario,

y

qi,ie se encuentra en

condiciones de seguir próspera marcha. Y diría que está definitivamente

vigorizada, si la faena bibliotecaria fuera de

~quellas

que admiten término

y en las que se puede aspirará lo perfecto.

,

Los que tuvieron ocasión de visitar la antigua Biblioteca, que en

hora infausta destruyera la invasión chilena, reeo1·datán que ella no era

sino un hacinamiento de libros, colocados sin concierto é invadidos $>ºr la

destructora polilla. No rebajo, al escribirlo, el mérito de mis dignos e ilus–

trados antecesores que, muy competentes en bibliografía, acaso desmaya–

ron en constancia para obviar obstáculos,

ó

no encontraron la

protecci.ón

social

y-

administrativa que, lo declaro concienzudamente, no h

a sido esca–

sa para mí. Sin ella, toda mi buena voluntad y entusiasmo no habrían dado

fructuosa cosecha.

\

La comparación entre la Biblioteca destruida

y

la que me ha cabjdo

en suerte organizar, se establece por sí sola, sin que me incumba decir de

parte de cual está la ventaja.

RICARDO PALMA.

Lima, Julio r

2

ele

I

890.