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Cómputo del año anterior. . . . .
Aumento en favor del año actual .
V oiúmcnes
Si es verdad que teníamos esperanza de que en este año
el balance alcanzara á un aumento de 1,ooo volúmenes por
lo menos, lo hacíamos sin tomar en cuenta dos factores im–
portantes y casi imprevistos. El primero y más poderoso ha
sido la perturbación en la vida pública y social del país, mo–
tivada por el conflicto externo que data desde Abril ; y la se –
gunda por la rebaja anual de doscientas libras en el Presu·
pue~to
general para adquisición de obras en el extranjero.
€sfadísfica de ledores
En el año pasado los concurrentes diurnos fueron 1o,283,
á los que se proporcionó la lectura de
r
2, 127 volúmenes. La
intranquilidad que, desde Abril , domina en la juventud estu–
diosa ha hecho que, en el presente año, apenas exceda de
7,ooo la cifra de lectores para 8, 170 volúmenes.
Suspender, hasta que la vida pública se normalice,
la
lectura nocturna fué una necesidad impuesta por las circuns–
tancias; pues en el mes de Abril hubo noche en que el salón
de lectura se abrió solo para seis ó siete concurrentes.
La
juventud universitaria, que así de día como de noche forma
el núcleo más importante de lectores, dejó de concurrir en los
meses de Abril , Mayo
y
Junio.
Estimé discreto consultar, en
Abril,al Ministerio para que se suspendiese la lectura nocturna
hasta que la inquietud social desaparezca, medida con la que se
alcanzaba también la no despreciable economía del gasto de
alumbrado. El Supremo Gobierno decretó armonizando con
mi iniciativa; y espero que acaso, desapareciendo en breve
todo recelo de guerra exterior, volverá la Biblioteca á su nor–
mal funcionamiento nocturno.