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~CCJ.ONLima, 9 de Agosto de
1909.
Señor Director General del i\linisterio de Justicia é Instrueción.
Seño r Director:
lneludible deber reglamentario me obliga
á
dar cuenta
á
US.,
en sucinta Memoria, del estado de la Biblioteca Nacional en su
vigésimo sexto año ele existencia.
Hoy por hoy, cuando ya nuestro caudal de volúmenes excede
en
1861
al de
42,127
á
que alcanzara la antigua Biblioteca, es de
urgente necesidad que se piense en la fábrica de edificio apropia–
do y que sea digno de la cultun1 nacional.
El Generalísimo don José de San Martín, pocos días después
de jun=1cla en Lima la independencia del Perú. fundó la
Bibliotec~,
considerando que la libertad de un pueblo debe ir
á
la par de su
ilustración.
¿Qué mejor homenaje podríamos hoy tributar al
egrejio préicer que el ele levantar el edificio dela nueva Biblioteca,
en la plaza ya designada para la erección del monumento que la
gratitud del Perú va
á
consagrar al inmortal fundador de la re–
pública? El terreno que sirvió para la estación de San Juan de
Dios,
y
que hoy es propiedad del Estado, sería, en mi concepto, el
llamado á ostentar una Biblioteca que, como las de México, Ja–
neiro, Buenos Aires y Santiago, diese al viajero alta idea de nues–
tro progreso intelectual.
Desde hace cinco años vengo escribiendo en mis Memorias
que ya hay plétora ele libro" por la insuficiencia de anaqudespan1
colocarlos. Ojalá que mi iniciativa encuentre ahora simpática
aceptación en el Supremo Gobiern'o
y
en el Cuerpo Legislativo!
Háme cabido la singular fortuna, fruto no de mi inteligencia sino
<le mi perseverancia, de acopiar valioso contingente bibliográfico.
Quede para mi sucernr la satisfacción de catalogarlo en edificio
apropiado y digno del Perú.
Paso
á
consignar los datos relativos al movimiento anual.