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ycrsos gobiernos que ha tenido la república, y sólo cle!>pués de te–
naces peticiones de esta Dirección, lograba obtener que las cuen–
t;,s por encuadernacio?1es se pagasen con cnrgo
á
gastos extra–
ordinarios del Ministerio.
Hoy no hay un solo volumen cuya pasta deteriorada por el
u ·o no
111-1.yasiclo renov<1cla, fluctuando entre 100 ó 120 los
nue\·os tomos c¡ue se ac1quieren InL'nsualmente ele los talleres
de la Penitenciaria, .:::on cuyo jefe celeb1·éen 190ti un contrato bas–
tante tconómico para el tesoro. Justo es consignar que este be–
neficio lo debe
la~Biblioteca
á iniciativa, más que mía, del exce–
lentísimo doctor Pardo,quien en la primel'a Yisita que, en febrei·o
ele 1905, !Jizo á la Biblioteca, reconoció la conveniencia y necesi–
dad ele atenderá mi petición, pero en forma que revistiese carác–
ter de egTeso pennanente.
('atalogacióu
Es i111posible (por lo 111enos para el Bibliotecario que esta
lVIc–
moria suscribe) emprender la complicada y delicadísima labor
con el reducido personal ele empleados de que hoy dispone el es–
tablecimiento, perso1rnl que aún para las actuales atenciones del
servicio, diurno y nocturno, es insuficiente. La fo1·mación ele Ca.
tálogos dista mucho de ser tarea rutinaria y que no reclama ilus–
tración y esfuerzo cerebral.
Inaugurada la Biblioteca en
1884,
cuando el concurso de
lectores
y
las atenciones oficinescas dejaban aún al Director
.Y
á
sus subalternos algunos 1·atos de libertad, ensayé la formación ele
un Catálogo del salón
América,cuyo
número de volúmenes no al–
canzaba ni á la mitad de los que hoy constituyen el caudal ele esa
Rección. Cinco años ele paciente y fatigoso trab<1jo c0nsagramos
á
la formación ele! que, e11 venJad, no es más que un ensayo de
Catálog·o, impreso en
1891,
y cuyas deficiencias soy-el primero
en reconocer.
~i
pude ni supe hacer más. o obstante, ese hu·
milde
é
imperfecto ensayo ele Catálogo es hoyde frecuente
y
uti–
lísima consulta en su sección de Nlanuscritos
y
Papeles Varios.
Daría mucha extensión
á
este párrafo si me echara
{1
discu–
rrir sobre las condiciones que han de poseer los ca tn logn<101·es1