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ta1es variaciones se
heleen
mas pronunciadas,
á
medida
qne
el
suelo
se
eleva clel nivel
del
mar,
y
en razon de
los
componentes
<lel
mismo suelo,
de .
los efectos
de
las
corrientes marítimas,. linea isoté·rmica
&.
Diferentes
efectos producen estas variaciones
en
las funciones
del
organismo,
y
sobre to·do cnando son repentinas pueden
influir
tambien en determinar la posibilidad
ó
no del
cul–
t ivo
de
1a
morera
y
del gusano de seda. Así es que si el
c lima es
rr:uy
apropósito para este cultivo en los llanos
<lel continente,. no lo será tal vez desde
10
á
12
milpi és
sobre el nivel del mar. En los intermedios, se exijirá un
poco mas de trabajo
y
de g astos para conseguirse los mis–
mos
resultad.osque en Lima,
y
éstos se atJmentarán
á
me–
dida que se acerca
á
su mayor altura. Por lo mismo
muy
conveniente habria sido para determinar las loca–
lidades en que puede llegará ser posible la plantacion
de ambos cultivos, conocer las iemperaturas de las dife–
rentes regiones del Perú
y
las especiales de cada locali–
dad. En efecto, siguiendo el litoral se nota que
á
medida
qtw nos aproximamos del sur al norte, la temperatura vá
en aumento,
y
suce<le lo contrario, que <lisminuye siguien–
do de oeste
á
~ste,
á me<li<la que nos aproximamos
á
Ja
altura de la cordillera, cuando no se modifique en deter:..
minadas circunstancias <le localidad excepcional.
Pero
la
falta de estos datos no impide que afü
memo~
que la tem–
peratura de casi todo el Perú es muy
á
propósito para la
morera
y
el gusano de seda. Esta dednccion ]a hacemos
r1e un modo inequívoco, guián<lanos por lo que respecta
á
las moreras, por los veje tales que en cada localidad se
producen;
y
desde que prosperan las moreras, es posible
el cultivo del gusano <le se<la.
Es conocido que todas las plantas prosperan entre un
límite determinado de frio y de
calor,
y
que por los