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trabajos del campo del continente, desde que se nos ha
asegurado que no seria posjble estenderlo
á
todos los
llanos del Perú, pues emigrando en
la
mayor parte del
li–
toral se mueren. Por lo mismo seria impropio
é
inopor–
tuno contar con
e~e
auxilio,
y
si es así, con viene mejor
aprovecharlos en la misma serranía. Ningun antecedente
pnictico tenemos tampoco
á
este propósito, atendido el
poco tiempo de nuestra permanenda en el Perú, sino
que los que ü1dicamos, segun la asercion de algunos
ami~
gos que han visitado la sierra y que nos han referido en
conversaciones
p1
ivadas. Por éstas resultaría que hay
un::t cantidad de brazos en la inaccion entre los indigenos
de la sierra, los que del mismo modo que los indios d e
Bolivia
y
Jos araucanos de Chile, aunque gentes fuertes ,
robustas y sanas, tienen muy pocas aspiraciones para el
porvenir, tal vez por falta de estímulo
y
de medios
propios. Tan
1
uego corno se han provisto de lo preciso
para su existencia por medio de los cultivos que ellos
hacen en sus terrenos, de cárnbios de esos productos
6
de
]os naturales, se quedan jnactivos porque los vence el
ócio
y
Ja holgazanería. Él cultivo del gusano de seda
podrá h1iciar tambien entre esta gente una nueva era ele
poruenir,
y
del mismo modo, con el tiempo, un aumedo
considerable de trabajo humano para
Ja
agricultura.
I ...a region de Ja sierra tendrá que ser por tnucho tíempo
destinada al pastoreo
y
á
los gtandes cultivos, para
10
que Jos brazos se ·ocupen en determiliadas épocas del año.
Tan luego como se pueda proporcionar
á
Jos trabajadores
un medio de utilizar co11 lucro su trabajo en otra parte,
en un corto espacio de tiempo, como lo proporciona el
cultivo del gusano, estos emigrarán. Este cultivo preci–
samente se hace en una época intermedia
á
la siernbra
y
~osecha
de cereales,
y
escasos son tambien
los
<lemas
t,rn·.