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dios rP-lativos
á
su importacion en el pais, ya con respecto
á
la natura1eza del chino, ya
á
su transporte, ya
á
sus
conocimientos
ó
á
lo que ocurra y fuera mas profícuo
á
la
agricultura del país. Del mismo modo hay que introducir
garantías para el inmigrante para que mejore material
y
moralmente
~: u
porvenir.
Aun cuando Ja-;; indicaciones que anteceden no podrían
ser practicadas sino con el
tiempo, sin embargo, no im–
pide para conseguir el fin que nos
proponemos~
empezar
por utilizar los que tenemos. El chino es un trabnjador
intelijente cuando se sabe conducirlo. Atendida ]a deje–
neracion física de su raza, comparativamente
á
la europea.
y
tambien
á
los inclíjenas,
los creemos mas
á
prvpósito
para las industrias
ó
manufacturas, que para Jos trabajos
pesados. Por lo mismo, en ningun caso podriamos ocu–
parlo~
con mas oportunidad y conveniencia que en los
cultivos de Ja morera y del gusano de seda. J,a circuns–
tancia de que ]a generalidad ya conoce el cultivo del gu–
sano de seda, presta mucha garantía
á
la
e~peculacion
que
nos ocupa, siendo asimismo una gran ventaja que no pue–
den contar casi todos los estados americanos para esta
industria.
Para remediará la falta de brazos
y
conse~uír
al mismo
tiempo introducir esta industria con los que tenemos,
como tambien para que tome parte cualquiera otro co–
lono,
y
para no perturbar los sistemas establecidos ni
perjudicar los intereses de los propietarios
y
consf'guir el
fin principal de
iniciar una nueva era en ]os sistemas
administrativos, propondría se introdujera el cultivo del
gusano de seda al mismo tiempo con el sistema de com–
participacion de ]os productos dP-
los capu1los que se ob–
tuvieran de este cultivo. El propietario tomaría una parte
por el terreno y las plantaciones que proporcionaria, como