La dársena.
Con fecha de ayer ha dictado el Gobierno una resolucion
aceptando como base de un remate público, la propuesta de
los señores Templeman, Bergman y
C~,
para la construccion
de un muelle-dársena en el Callao. Ha ordenado en conse–
cuencia, que la Direccion de Administracion publique los
anuncios de convocatoria, señalando el término de
30
dia.s pa–
ra el remate.
Es sin duda, necesaria la obra que
se
trata de emp1·endel' .
Un puerto desprovisto d e comod idades para la, carga
y
<le8-
carga, hace embaraz
)SO
el tráfico
y
lo g l'ava, con gastos ,_u–
pérfluos que podían economizarse en
beneficio del 0a,pitnilista,
y
del consumidor. El Callao, que dá entra.da
y
sn,1ida
á,
cuan–
tiosas producciones, no está
á,
la altura del rol que de:::;ernpeña,,
porque carece hasta de lo indi spens<1ble para, bts openwiones
del comercio
y
para, la segurid<td de los intereses fiscaleR.
No obstante, por palmaria que sea la utilichtd fle una mejo–
ra,, no es prudente iniciada con prc0ipitacion, sobrepasa.rnlo
los límites l egales
y
p1·ovoc~LMlo
para lo sucesivo complica–
c iones de difícil . olucion . .
El asunto que no · ocupa fué s orneti1lo a,l Congreso sin que
él hubiera tomado determina,cion algun a..
La
Cánrnr <L de Di–
puta.dos lo tramitó hasta, cierto punto, pidi6 informe
y
datos;
pero no tuvo tiempo (l e resolverlo. En ta.l estado no er a de
presumir que el Gobierno se airrogara la facultad de r eparar