-41-
Entre
éstn5,
algunos dependen de la administracion pri–
vada,
y
otros ele la pública que con viene asocia.r.
En
Cuanto
á
los primeros lo que forma
la
base de esos sen_
timientos consiste en formar un concepto exacto de los
hechos tales como se presentan
y
en Ja buena voluntad de
bas:lr las reformas sobre e llos,
de~pues
del convencimiento
de las que propondremos con vienen á sus mismos in.
tereses. Con esto desaparecerán
los sedimientos que
nun
quedan,
y
que se d e rivan del modo voluntario
y
absoluto
que el propietario
ha
ejercitado en el pasado en la admi–
nistracion del campo
y
que aun ejerce; pero que no es
posible pretender que se p odía suprimirl o de repente con
la . ostitucion de ot.;ro sistema atendido
á
que los usos solo
se modifican poco á poco.
Debemos, sin embargo, afirmar qu e si
el
sistema actual
de la admiuistracion del campo, no es peor en la práctica,
solo es <ll'bido
á
Ja suavidad d el carácter peruano,
á
sus
sentimientos h11manitarios
y
generosos,
y
al mismo
ii'l–
teres que tienen los propieLarios por la conse r vaciun d el
trabajauor. Para conseguir e mas pronto este re ultado
es
preciso que las autoridades de la administracion pública
}>resten mas atencion
á.
lo
q
ne se r efiere
á
la
Agricultura ,
en lo que le corresponde,
á
tin de conseguir ]a unidad de
acc1on
tan
indispensable al buen r es ultad o cornun.
Para
lleg<!.r
á
este re:::;ultado de un modo prácti co, no es posi–
ble desorganizar, sino ante todo d ebemos aceptar lo que
está establecido para el trabajo tal como esLá en el
Perú '
y
para mejorarlo, tener
p~·esente
ademas de las dificulta–
des espuestas, que no es fá eil so tituirlo con ventajas de
tiempo
y
economía
á
los trabajadores que t nemos
y
sobre
todo los chinos, con colonos ele otra naci on . Por lo mismo
hay que favorece1· la tende 11 cia que se nota en el aumento
de la iamigracion q uc se ha ini1,;iado, mej oran do 1os me-
6