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La diferencia que hay entre los capitales que se nece–
sitan para explotar fondos en Europa
y
en América es,
pues,
In,
falta de trabajos de mejoras que se nota en estos
ultímos; por esto tendremos que deducir otras observa–
ciones en el resultado definitivo las cuales servirán al pa–
ralelo que hernos establecido.
Com\' los productos arabl es, en que se funda principal–
men te la agricultura del Perú, tienen que
someterse~ á
las
eventualidades comerciales, no pocas veces sufrirán per–
turbaciones los resultados de las producciunes,
y
tanto
mas cuanto que ese resultado no depende de las aprecia··
ciones que los conocimientos especiales en agricultura
suministran, sino que proviene de la cieg::i. imitacion ó de
1a rutina.
En el norte del Perú y en otras localidades e8peciales,
se ha cultivado hasta hace pocos años el algodon arboreo,
el que se vá destruyendo para ser sustituido con el her·
baceo. Pues bien, si tomaren mayor extension los cultivos
en otra parte, ó volviesen
á
incrementarse en el Sur de
los Estados Unidos de Norte-Amél'ica, como ya se vn.
realizando con rapidez, la concurrencia del algodon hará
bajar sin duda el l'recio que se paga actualmente,
y
talvez
no convendría seguirlo en los cultivos del Perú aunque
el consumo vaya en aumento. En este caso la Agricultura
sufriria una crísis por la transicion de un cultivo
á
otro, la
que se evitaría sin .duda si hubieran trabajos de m ejora en
los fundos, para rendir productos de precio fijo, los qu e
mantendrían una renta normal y segura.
Por los datos precedentes se deduce, que, aun cuando
el cultivo del a1godon se ha extendido por circunstancias
especiales de las necesidades presentes, convendría mucho
mas que se introdujese la industria de la seda, tanto mas