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sano de seda comparativamente al productivo que ya se
obtiene del cultivo del algodon, depende en gran parte, <le
que para lo primern se requieren conocimientos mas
complicados que para el segundo, }· que los elementos
que concurren en ]a produccion obran de diferente modo.
Los trabajos que demanda el cultivo del algodon, se
diferencian poco
y
casi nada de los que se practican para
los cultivos generales del campo, que todos conocen. Los
de la seda son desconocidos completamente
y
son el re–
sultado del perfeccionamiento gradual que la division del
trabajo produce;
y
si en América se han introducido los
perfeccionamientos mecánicos, apénas se han iniciado
en los trabajos de la Agricultura esta clivision.
Para llegar
á
producir la seda, es preciso empezar
á
combinar los conocimientos especiales que son nece–
sarios para su cultivo, con los elementos naturales, pues
solo conociendo estos, se podrían ap1icar
y
dirigir aque–
llos. No se trata del cultivo <le un vejetal,
y
aun cuando
tengan algunas ideas del cultivo de las plantas en gene–
ral, la pluralidad de los agricultores carecen de conoci–
mientos especiales. Faltan tambien los <le los fenómenos
ele la vida animal, cuyo resultado <lepencle de favorecer
los procedimientos inequívocos de lPs sistemas de sus
órganos, como estos funcionan, se alteran,
y
las causan
que la motivan. Para el cultivo del algodon, mur.has ve–
ces suple
á
la falta de lPs conocimientos especiales lo
bondad de]
terreno, el clima etc. La mayor parte de
los agricultores del Perú emprendieron el cultivo del
algodon aun cuando no tenian conocimiento propio del
mismo, de los efectos funcionarios físicos exteriores
ó
de los relativos al suelo. Así es que no pueden espli–
carse las causas de las alternativas en el resultado de