Literatura, imaginación y silencio

32 antiguo con lo nuevo sin que sea mera repetición de cosas vistas», según plantea Vigotski (2003) cuando ex- plica el funcionamiento de la imaginación. Por lo tanto, el bosque en su imaginario se vuelve selva, la comida no es una canasta con alimentos naturales sino una pizza y Caperucita roja es, para Jorge, una niña con la cara roja, lo que nos sugiere que desconoce el objeto «caperuza» y, para armar un sentido propio, lo hace combinando una cabeza de niña contemporánea a él con un rostro teñido de rojo. Las construcciones imaginarias diversas que coha- bitan de manera en gran medida insondable en todo acto de lectura compartida se materializan y se vuelven visibles en esta ficción a partir de la recreación gráfica de cada imaginario. Toda lectura es una versión y parece ratificar el contraste entre mundos posibles. La imaginación en las situaciones de lectura literaria compartida: la construcción de espacios cercanos entre imaginarios ¿Cómo aporta a las tareas de mediación conocer sobre las particularidades de la actividad imaginaria y sobre las diversas maneras de textualizarla para que el diálogo entre lectores sea más rico en encuentros y aprendizajes compartidos?

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