Literatura, imaginación y silencio

21 De allí viene la pregunta sobre la relación entre la multisignificación y la apertura de la imaginación. El canadiense Kieran Egan, especialista en temas vincula- dos a la imaginación en la enseñanza y el aprendizaje, sostiene que es difícil definirla debido a su naturaleza proteica, compleja. La ubica en una zona de cruce entre la percepción, la memoria, la generación de ideas y la emoción. Por su parte, la emoción está fuertemente uni- da a la invención ya que cuando imaginamos algo ten- demos a sentirlo como si fuera real o estuviera presente. Imaginar implica pensar de una manera particular que se basa en suponer lo posible antes que lo solamente real. Por tal razón, la ficción y la mirada poética son los medios más hospitalarios para concebir cómo podrían ser las cosas (Egan, 1999). La lógica de la imaginación se acerca más a la lógi- ca metafórica que a cualquier construcción racional. La metáfora se basa en asociar y ver una cosa o propiedad en otra a partir de relaciones de semejanza entre lo pre- sente y lo ausente. Por lo tanto, para poder ir de una cosa a otra y sustituir la primera por la segunda, hay que hacer un viaje. El enunciado tan frecuente que refiere a «hacer volar la imaginación» probablemente tenga que ver con ese viaje semántico. El de la imaginación es un vuelo que siempre tiene un ojo en tierra porque, para generar lo no visto (o lo que permanece en estado de si-

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