La gaceta de Arequipa

NtJM. 4. MARTES 26 DE ENERO DE 1836. (Un real: t,Piido el Jmeral Otbegoso vender al manos; que sufrir tal afrenta. El honol' es 1stra11jero pru-te del territorio perÍla1101 uno de los primeros deheres del hombre- Es tsn estravagante la afirmativa, que s0cial-y ¿que se diria de nosotros, si no seria necesario haber perdido eljuirio para trabajasemos con denueJo y valor por re– ,iostener que Orbegoso pudo vender su cobrar nuestra libertad y rescatar nues– patriá-1. 0 por que siendo peruano, so tra patria de las tnanos homic:idas Jel primera oblígacion, y su primer deber era conquistador, empapadas coh la sangre sostener l;1 integ1•idad nacional-2. 0 por perúana, con la sangre de los defenso– que al enc,irgarse del mando supremo, res de la patria1 El Salvador lloró, al juró conservlrr la integi·idad é independencia considerar que :;u patria sería algtin día de la nacion: a~i es, 4ue descfa el momento urasada por la espada del conquistador en que ratificó los tratados de la Paz, fué Roman(), Los Macabeos se creyéron mas lln traiúlo,·, un refractario de su juramen• dichosos muriendo eh defen,a de l.a pa– to, un enemigo de la µatria: desde en- tria, que sobreviviendo a su ignominia y tóAcei., todo perúano debió armarse con- esclavitud. Nosotros esperimenlamos una tra él y tomar un fusil ó una espada, pa- desgraci~ ~ _yor; pues no _solo so~os con– ta sostener su territorio-~. q porque la quistados•ba.1·pitl,'dmente, s100 tamb1en ven– nacion no es 1Jalrimo11io de pe1sonu ó /11,- didos 1 ·y vend1dq~ .ignoiníniosatnehte poi:' miLú1 alguna para que puedi\ disponerse uh perjµro. ¡ A~J¿-y pudo Orbegoso ll enar ele ella, ('Orno se dispone de una manada su pa.tria de• inf;mia y de envilecimien– de corderos; pues /os derechos ~ociales to1 ¿Pudo· ,ve_v.~..rJa tan torpemente1 Si é individuales no pueden ser eoagenables alguo pe1{an_p•. tiene su corazon corrom– de cingr modo, ni puede disponerse ge pido diga que tst, nosotros resp(:lnderé– ellos absolutamente y sin consultar la yo- mos que :TÚJ, ,-pues la razoñ y la justicia Juntad jeneral, com0 lo ha hecho Orbe- están de ·'nu_estr¡l parte. goso -4. 0 porqu~ ecsistiendo un pactó Los d·efensor~s de ia conquista empren– form;il y sagrado entre toJos los pueblos dida por el Jen'étal Santa-Cruz, han ale– q_ue forman la gran familia perúana, naEJie gado para .i.~i~c;~rla á su modo, la atri– ,im ejercer una violenta tiranía, puede bucion 13. ~ de!las~.que concedió la cons– separarlos ni dividirlo!!! porque esto seria, titucion al Ejecutivo, Es una estravagan• Y es en efecto, violar los derechos mas cia monstruoirn y una contradiccion ma– sacrosantos de la soaiecfad. La nacion pe- Jlifiesta; apoy11rse eh la con:5titurion que r~ana ha sid@, y ha jurado ser indepen- ha sido violada en todas sus lineas y arv d1~nte de todo poder estranjero. Y ¡,Orbe- ticulos al solicitarse la intervencion. El goso puede absolver á la nacion de este tenor literal Jel citado articulo dire– juramento, contra la volun.tad de la mis- Hacer tratados de paz, alútuztt. y otroll ma, con infraccion de sus prop.ios debe- coni;enios prote 1 le• 1 les de rrlacw11e.~ n,terio– res y empleando la espada del conquis- res con aprobacion del C011greso. Tratados tador boliviano? ¿Puede humillar su pa- de pn:t, amistad y a1ia11za, no s011 trata.:. tria, venderla, como la ha vendido, 6 di- dos de venta, de traicion y de ignominia, vidirla para que sirva de colonia á la mi• como los celebrados entre O, begoso y 8e1·able Bolivia? Ciertamente que no. Se- Santa-Cruz- P8i y amistad, no es llamar ria mu_y vergonzoso para nosotros haber á un esttanjero ambicioso para que se iacudido el yugo de la España, de es- apodere Je un territorio vecino con 1~ ta respetable nacion, madre fecunda de tuerza armada: es pte.cisamente te-do Id héroes, para entregar nuestra cerviz al contrario á lo que ha pactado Santa-Cruz, yugo de Bolivia, de ese despreciable Ci- y á lo que ha accedido Orbegosd necia– ~icasgo á quien dos veces hemos saca- mente. Santa-Cruz tlos lia traidb g11errd, do de la esclavitud. Antes deberiarnos devastacion y muerte, y nada de todo esto (jUemar nuestras casas, talar nuestros cam- se llarna paz. Detratnat la sai1gre Je los pos y degollar á nuestr0s hijos, á nues'- . Hustres <ld'ensotes de la pat•ia, envilecet irai esposas á nuestros padres y her- y calumniar á los que no ha pedido s~

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