El estandarte peruano

EL eee w=-+a ,,as,we :p KiS)iW~,, }*%H4MiSA?i,,1id!& 2 !#í('.aQ:•Pilc'hffiJt.Wt+M ~ ~~ La suscripcion es de un real por cada número y de un peso al mes. } Se publica el Jueves y Domingo 5 de cada semana. ? LA fM 61 Si Se recibe la suscripcivn en la ·misma imp,-enta, y en las Boticas del Puente 'J San Atilonio. f.R ·· tSTRE) o A.UEOt 1 1 PA nmn~Go 23 DE om1 mm DE 1853. (NUl\lERO 40 ·~ .......,... Mf S SB♦ S M C ±Wlh s+Wéf S SIMI l\fiS S 11W#fi3":"'w4i $❖ EL ESTANDAR1"E. TRATADOS CON BOLIVIA. ( Continuacion.) cindir del honor, hien el mas estimable de-~ los q ne posee un pueblo, y no es estra- ño, que cuanclo asi ¡¡e pisoteo tan sagra– do derecho, se pasase con la misma in– dolencia por encima de los otros intereses ménos respetables que habían de diluci– darse. Por esta razon, no solamente se aplazó · d d en el scg11ndo ar!Íc11lo el reconocimiento Los que se celehraron en es~- crn a ele la deucla legal que deuia Bolivia al y de cuyo examen debemos e: . rnos, JJ 1 . , lle\'an el sello de la precipitacion y de en) por os gaS t os implll.. "l>tos a 1 aquella Hepúhlica como condiciou de su la falta. de conocimientos loca es con que existencia l)olitica •' el.e su nacionalída.d f:' estipularon, c omo lo enunciamos en el conforme ai decreto' <le 23 de Febrero de • número anterior. H.ec- ,rrlamos las vacila- d 1823-sino que se admitiernn las frivqlas ci0nes que tuviero11 lug al tiempo e 1 1 • • excusas de que los pueblos del Alto-Perú fii-mado y que clesc e entonces a oprn10n 1 habían hecho gasLvs iguales eu sostener P ública que lo ca[ifi.caba e e extemporaneo II · 1 los ejércitos que corn batieron en uaq ui, Y perjuclicial, á los intereses nacwna es, • 1 Vikapu<p1;0 y Viloma y el ejército pe- p re:-;a1'ió s11 ineficacia para terminar as G . . . ruano maiitlaclo 1ior el · cneral Santa <lesa J1encias cor Bolivia y la ¡,roxum- Cruz en ) ":i2:3. conviniéndose en someter Jad de un m1e,·o rompimiento. tan luego l l ·r. l d d h la liquidacion de estoi,; cargos mutuos al como se esperimentase a eu1cu ta e a;;er · ¡ l l arbitraJ·e ele la Nueva Granada ó Yene- og,w;~,W.. ~JlÍj!~c_:~es _>a_sac as "n_e atro· l' J -~ - --"._._-4--l~~....En..-,1luestro concrnto, el reconocí- del Perú y sin mas garantía. de cumpli- mwu O tre ,ffp1e1m oeutia - m, l'r'd mm miento que la mala fo provcrvial de los cue:;tion, cfrsile que Boli\·ia la aceptó al gabinetes boli,,ianos. E-;c prcsajio se vió recibir la independt>ncia que se le con- cumpl1<lo á lvs dos aiíos de la ratificacion cedió, cuan<lo el mismo afio manifestnron del tratado, demorada por el Gobierno las pro\·inci,Ls de l Al to-Perú su inteucioü Belzu todo el tiempo que le fué posible, de erijir.:;e en E- ,ta.do independiente. )' <les- puclicndo asegurarsr, que ni en ese requeiio de que el Congr ,•so c ons~ituyentc cl0l Perú tiempo tuvo exacto cumplimiento; por- les aconlo e,;a :;olicitud, con la conclicion que aun cuando el Perú ohservó con re- ele subYeuir en parte al costo de las pe· ligiosi<lad las condiciones funestas que se nosas campaihs q11e dieron la libertad á impusieron á su prngreso, Bolivia rehuso amhos pueblo.::i. Lo único qu,, debía acor- cumplir 1s n.uy llcrnderas á que quiso clan;e era el modo ele cons0lidar ese cré- some1erse po r res peto a la justicia, como <lito. ele propiedacl antelada para el Peru la de no l:ieguir 13 amonedacion ele n 11 merario Y de oiiligacion irrenunciable para Bolivia de baja ley. S11 insubsistencia y nulidad, sin permitir que se rclernse a duda, ni <lep<'ndíó lllll'S de la pé:--ima naturaleza qne se le clesnuclit»c del carácter de re- dl~ los artlculos acordados y uo rs difi- conocido, que le habian dado, tanto el cil penetrarse de esta ,·er<la<l, analizándo- mencionado decrdo aclmiliclo par el ga- los brevemente. binetc boliviano y por las asnmhleas p 1 , 1 • constituyentes, que iniciaron el ··1·~an de or e art1cu o primero se restah1e- . d 1 ClO entre ambos Eta<los la amistad y 1n epen( t!ll('ia. cuanto por el traú~curso buPna armonia, rele!'.?anclo a perpetuo ol- del largo tiempo en que oo haliia sido vido todo motivo de. queja ó agraYio, contradicho ni negado. En cas(' de que l -1 , ., la premura <le las circunstancias no hu- que e w, otro ,. .cau,a uno d su vez, se consideraba ('r /erecho á <letlucir. Se hiese dado tiep1po á arreglarlo definitiva- empe7.Ó, por l • •t11e'n-te, equipa!"ando la mente, debió cuando ma:s, retardarse su justic'ía de los ovs J)aises, renunciando los soluc·ion Ó el modo <le verifiearla; pero lejítimos reclamos que corresrondian al no destruir un cl<:recho prexisten te y ha- peru. exc'u · te t l ¡ . cerlo cuestio.nahlc; fonfürndo su rrconoci- • • 1 s1vamen y con esam o a re- clprocl.dad d l f ¡ · 11 d . miento á la decision de un tercero en e as o ensas y a 1gua ( a de las satisfacciones. Para los que no discordia. Esta era una igncrancia ind is- han olvi do los bruscos ataques inferidos culpable en los negocios públiros y ade- al ~erú por el General Ballivian y el 1:1as •. una audacia asombrosa, para admi- mohvo principal qt?e nos obligo á armar hr la comisíon de maneja'rlos. sin poseer 'un fuerte ejército y dirijirlo sobre las fron- siqui~ra las nociones mas remotas. de lo ,teras enemigas; este artículo no importa q~e se traia entre manos. Si qui,,iesemos .otra cosa que el sacrificio del dereéo asignar la causa de esta anomalía, em- que tenia el Perú para recabar previamen- pl~aríamos una frase m11y vulgar sí se te las reparac1 ón de su dignidad ultrajada qmere, pero muy explicatoria-<ten el 'Y el avenimiento á conformarse no solo Perú se busca al zapatero pata que haga ·con silenciar sus reclamos acerca de este zap~tos; pero para hacer tratados, cual- '.punto venerando, sino con darlos por no quiera ha sido á propósito," y aiíadirl.a- _hechos y t.ragarse el balden bajo la mos-"asi salen ellos." sorr¡bra de un disimulo tan infame como El artículo 3.º deja para un tiempo mal encubierto. Se comenzó; pues, por pres- indeterminado la fijacion de limites, c_rean- ....... do una comision futura. cuyo olijeto será levantar la carta topográfica de las fron– teras y formar la e:-tad1stica de los pue- l blos si!w1<los en _ella, para que se hagan as r('c:1procas ces10nes que dt'trnrn<len una .dema 1 ·ó1cion exacta y natural, por rios, la~os ó monfaiias. Este :;erá un principio de derecho c¡ue detalle en general el mé– todo como hancle e,;'tahlecer sus límites las nnciones col inda n tes ; pero no el ar– tículo de un tratado que debía e\'i– tar en lo futuro toc10 rier.go de desavenencia' y dejar las <'osas a~('g uradas permanentemente. Ya 1:,ahíamos que los límites se fijan por rios. lagos ó mon– taüas, haciéndose cesior)es, sin que el tra– tado ele Arequipa nos lo ensPirnse, y sin que hubiese urjeucia de deducir como obligaciones estipuladas, lo que se contie- •ne en los principios unirer,.ales del cll•rr– recho. li:sto no es hacer tratado~: c:uanclo mas es prometerlos, vahi.'.-ndo~e de mw es– plicac on vaga y gener;c:a, que ni debia recorc ll'Se, sino habia intene1ou de ponerla cr, prcn::ch "· II<1lJJ j¡,, '57<10 r.-rj-et- v n:as deceoti.:yrcsc,indir totalmente de· est¡ puu_to y reducirse a un tratado de paz y amis– tad: pero, e~ lujo era llamarlo de I az, amu,tad,. hm1tes y comercio. aunque todos rst~s ohJctos no _fuesen tocados, sino para decir una vulgarnlad ó echarlos á per– der. iErn tan dificil la inspeccion de un mapa, para los puutos dudo::;os y el convenio explicito de restituir de hecho aquella parte del territorio peruano usur– pado por_ las autor!d_ades de Bolivia1 iEra tan lahonoso adqumr los datos necesa• ríos para fijar las grandes hase1:: de la demarcacion, en 1errenos despoblados casi en su totalidad y que por esta circuns– tancia no exijian una línea continuada como en los 0 pohlados paises de Europa: ?n dond~ hay multitud de pueblos, que 1rregnlanzan la dernarcacion y hacen pre– ciso practicarla sobre el terreno1 El asun– to no era ciertamentamente dificultoso; pero requería algunos conocimientos y al– gun trabajo previo y estos ingred ien tes n~ se incluyen en el díploma del nombra– m1e~1to. Por esto .se sale del apuro pro– metiendo hacer, ó mas bien dicho hacien• do que se hace, sin haeer nada, y por esto tambien hemos tenido tratados norni– ~ales, que de5pues ele ocasionar ga$tos rngentes en su celebracion y mai; que todo en _ los ejércitos que ha sido preci– so orgamzar para lograrlos, dejan las cosas de peor concl1cion que antes y ensanchan mas el camino de las discordias que qui~eran evitarse. _ _ ,.- . El arl!cnlo 4 .º es una atroz ímputa– cioti al Peu'1, una especi~ de hurla bien amdrga y hien inmereriaa. Por él, '·se com}Jrmwten am!>0.; estrrdoc: a 110 emitirá la éirculacion moneda feble cuya lr:1/ 110 lle_que a diés din1'ros vPinte granos." El crímen de falsificar la moneda, ~sta _in– fame especulacion que hace la vergüenza de BQliva, i aparece como comqn al Perú ) 'f /

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