El clarín de la verdad

l JLE" EL DE LA YERilAD. AREQUJPA SABADO 14 DE JU:'i!O DE 1ss1. - ZELZL&A Apenas A<lan pecó, ruando el mismo Dios ofc11dido, n impulsos de su miserirol'Clia, f., hizo pn•veer al Salvador que habia de des– tl'llir el imperio que el clcmonio habia af4llui– r ,do, se¡:un consta ,!el v. ~ ti cap. 5. 0 del Gen. E,a pnun(•sa 1<· ,·,•pite á Abran, segun M' 1,•e e,1 el cup. 22 dl'I rita,lo libro. Ese mi, 1110 llio.,, que de l.1 i,lolat.-ia de los Et:ip– •·ios, d,· l,is errores ele los ni-andes filósofos, de la (rll<'tTa de los l\omunos, y ele los e,ce– ~os v talla d,• rP¡¡h 1•11 las <·oslttmhrcs, pt·e– ¡,111·, ha al ptwhlo r,"ntd para que se s11jl'losc u la 11110,·a 1,·i; ruul lo prnrha In hi; torin b ·lesió, ti rn ; dirijicí los pasos d<:I D. O. Frnn– cisco dn Paula Tafan', :i rsta ci111lad, parn que sr e:;,•la"ericra la inf, mia, y criminal hipo– c1w ia tl,·1 lllmo. Sr. Obispo D. D. José Se– hn~tia1 dt? Go~Pncrh~. segun convenio a los é11'1•a1u>s do la eterna ju-ilÍ1•in. Lo:; di:--l'Ul'SOs cl.-1 Dr. Taforó l.111 a1..-cp,lados á la lei Emn– fft;ji<·a: SU$ rnociales unifrll'mcs con esa lci, rauli rnron los corazones de todos los lwbi– tantcs, que lo mi,·aron .;0 1110 ,·crrla,lcro rl is– <'Í pulo de Jcsu-C,·i,;to. Lo r,eneral justa arep– <'Í lll del Dr. Tafnrú, no pudo orultarse al Sr. Obispo; y q11eriendo rl1•smcnti1· la idea que p1w isa111entc hahrio arlqui1·ido de los)1olorios c~cá•,dalos que se nolahan en su ¡rrei, oca– sionado-; por elinj11slo pleito que sostenia al Dr. J\ lhizuri, se preparó rnprcscntanrlo al Dr. Tafnró las angustias que sufría su espi1·it11. y las an, ias que lo animaban por col'lor ese plci– lo, y cimenta,· la paz que trajo el :-lozareno, q ue P-nsciuí, y d,•jó por herencia ¡\ sus ver– rladerns discipulos. Como el Dr. Taforó, cs– t.,bn inslrni,lo t n las ohlir,aciones del sacer– docio, y en l,1s mui partirttlares que compelen al Sar,ra•lo Mini, t<•rio del Episcopado, nv lrc– pidú poner en obro la ardua comision q ue se le hahia ronfiado. Con grave perjuicio del ,lrstino póhlico que dcsempei,a!io en Chile, suspendit11do su mat·cho, prefiriendo sobre todo -la paz que debia consolidar, ~omo verdadero Sacerdote, y qne desapareciesen 10$ escándalos que lwhi~n eclipsado el lustre de la l¡rlesia, por la vil avaricia del Prelado. En efecto· el dia 8 de Ah,·il se personó el Or. Taforó 1 en raso del J?r. Albizuri, a quien por primera wz conoc,a. Le iudicó el ohjtto des11 venido, y el an helo con que esperaba feliz resultado. Quedó sorprendido el Dr . Albizuri; y protestó que en su corazon había iguales sentimientos patentizados clrsdc el principio del pleilo; pues sabia como rristiano, que con n•ferctH"ia ni Salltlo 57, la paz es el lugar donde descansa el Señor, y que San Jerónimo lo titula, he– redad del Salvador; • pax csl Salmtoris Itere– ditas." Pt•ro que a1111que In había solicitado en tres distintas ocasiones, no se ha ronse– r,uido d fi11, por la ~varicia, y perfidia do lo; C.oyenerhes; y que por esto 110 ,•eia e 11 la solicitud del Sr. Obispo, sinceridad, sino una verrladera hiporrccia. El Dr. Tuforü oyó co11 ve11ir,nidarl las justas quejas del Dr. Albi– wri , y le asrr,uró. eslaha co11 pleno ronoci– mienlo de (orlas las ci rcuiistancia~ que habio11 mediado; y que por esas mismas razo11cs se em– pci1al,a en In finalizacion de lo que había ser– vido de piedra de escándalo. Hizo mucha impresion en el Dr. Albizu ri , lu sar,acidad del Sr. Taforó; y ,·on suma Ínffemtidarl puso en sus manos el arrer,lo del pleito, d,·jando á su arbitrio los lérn1inos, y modo con que se transase. El Or. '!'aforó arrrarleció la generosi– dad de Albizuri, rreyó inrludahlc la transaeion, y que sus posos no serian infructuosos, me- 1·cciendo el elojio qtde hace San Pnhlo escri– biendo a los Romanos cuando dijo «cuan «scpcciosr pedes Evonr,elisantium pnsem, » y q ua ar,tcs lo hahiR espresado Isa. al rnpilulo 52 por estas palabras, •cuan hermosos son « los pies del que anuncia y predica la pa1.; a del que anuncia el bien, y predica lo salud, «y dire á Sion, reinarii tu Dio; .• ~las esta ¡rlorio cristiana que esperoha el Dr. Taforú, le pronosticó el Dr. Albizuri nunra se rrolizaria, 1·espcclo a que las promesas del Sr. Coycnechc, eran efcc·tos solo de la sin igual hiporreria que animaba sus _accioues¡ pues aunque re¡,ctia

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