Boletín del Centro Científico del Cuzco

mayor qn~ el que es hoy nielo por el Inambari, que por s1 htH1rnta dc·300 metros e ,.• boca, el volumen de 1ms agnas y su dire<;cióu SO. á N D uo pnede ser otro río, que forzosa• menh~ debe tener un cn:1so mucho 1rnis limitarlo. De:::de este pnnto dtuado á los 12º 42' latitnd S. Y-72• 3' longitud O. de Pari_::1, corre el Madre de Dios formando c~rvas poco -riolc11tas de Oeste á Estt3 con lijera inclina.ción d )rninante al N. E. hasta más ahajo del río ·11eath (12º 34' l titud y. 71 º 27' longitnd O. de Parí:.:;); de nlli toma rnmbo , cidido al N. E. hasta la barraca Independencia, con cur• is masó menos e:-5trecha;¡; ha$ta el río Sena ó Mapuparí lº 4[)' latitud) corr~ al E.; y desde este punto hasta fri, con• nencia con el Beni su rumbo domiuaate es E. N. E. con 1..1rvn s sern e jan tef'I á las anteriores. _. El lecho es alternativamente de lodo ~.ce<'lof:lo ó arena snelta en todo su cur;:,o, exceptuando pocos trechos como la, parte superior de las ishs Guarayos, cerca ya d~ Ini..mbari, donde i::e encuentra ·guijo formado de cuarzo, pizarra y con• glomcrados. Los foudos rocallosos notn bles estan en las cataratas Carnach0 y Vasqncz, á la altura de las barraca~ Florencia, • Asnnción y S~Pedro y en d sitio de la Palma Real, .al qne se ha llamado Cachuela Palacios, aunque no opone difi(;ul• tad alguna. · LaB dos c~taratas señaladas parece que extienden sne rnmifi<:nciones dentro del río en liua extensión de cuatro á f:Cis millas, formando lo que lllá se llama cabezá, <Jut?-rpo v 1 robo ele la cachuela. Verdaderos arrecifes que hacen peligro• "ª la rn\Yegación cuando el caudal es poco; y sí no se procura hacer un ca11al en esos pasos será 1:,iempre mny contigente el 1>asaje por ellos ue una lancha á vapor cuando se pronuncia la baja de las aguaR. ,Este trabajo sería sencillo y poco coa• toso reduciendose á volar algunos pedrones en una)inea determinada. El río adquiere notable auclrnra en esos pun• tos disminuyendo su fondo y hadendo salir á luz grandes co· nos de roca donde se estrella la corriente volviéndose turbu• lenta. Son numerosas las islas de que esta sembrado el canes del río c011tándose Hesenta y tres que han sido bautizadas con nombres de fechas notables y apellidos históricos de la vecina República. La causa rle Ja formación de tan numero• e:as islas no es otra que el cfo ósifo de los abunda1ltt-s detri• tus que la corriente acarrea i y mismo, arrastrados por sus numero~qs afluente~ que todos jOll en sus fuentes ríos torren– tosos que nacen en cordilleras cuya formación ei! en suma• y0r parte de rocas sedimentarias. La poca gradiente del

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