Boletín del Centro Científico del Cuzco

de IncJán, aunque en muchas p dos para la colocación de puen Por la orilla izquierda de est io faldea el camino que conduce á la hacienda de Ccosñip , que se trabaja actual– mente, y á las de San Miguel, Chaupimayo, Santa Cruz, &. hace muchos años arruinadas por los salvajes, pasan(ip por los ,sí ti os ocupadas por. las pequeñas haciendas: San Naza~· o, Santa [sabel, ' Inclan y otras abAnqonadas también. La confluencia de este do con el Pilcopata está á un gna al N.E. del caserío dé Ccosñipata. En sus cabec aparecen en iimbas rnárje11es :(ilones de piritas con bu ley de oro y se cuenta que se lavaban con buen resultado arenas del TambCT al pié de la cuesta. c::J El Pifo ">ata, propiamente dicho nace en loA nevados e P ucará b,aja {.io con dirección N.O. al cerro Payaccaccra. FJ de todos 1 s que forman el' Madre de Dios, antes de su reu– nión ,on • Piñipiñi, el de curso más largo. Al principio co- 1Te con el nombre de rio de Hüaisa~pilla con dirección Norte, ~n ~<\ región anrífe1a,de Pucará,·entre lo(precipicios que forma su cauce al pié de los cerros de Rocco, Mt>yoorcco y fayacc.accra. Al sa\ir á los llanos corre ya con rum,bo N.E. hasta que le entra el Tambo por la izc,t ... ~~rda con cuyas agnas arrastra unos 50 metros cúbicos. Despues corre pr eci– pitadamente al O. hasta chocar con el Cordón divisorio d.el Marcapata y recibe de la derecha el Qqueros. No es vad ~a– ble en este trayecto sinó ep. muy pocos lugares. Desde la bo– ca. del Qqueros corre hacia el N. al pié del citado Cordon hnsta chocar con las colinas del Ccoñecc, donde se junta al Piííipiñi después de haber recibido media legua antes ~l Tono. Según la opiuón del Sr. Gohring, cuyo informe sobre la topografía de estas regioll~S. es el más completo que se cono• 'ti.\ sería también el valle de este rio la ruta más apropiada pára ligar Ja región aurífera de la provincia de Paucartam– bo con el valle y el puerto fluvial del Madre de Dios, por un camino carretero, á causa de la poca gradiente que en gene– ral ofrecen los flancos de este valle. Esta opinió. fué ya emi– tida por ol Rev. Bobo~'?> Revello. En otro tiem.t)o se han lavado grandes cantidades ·ae oro en las cabeceras de este rio y rrns aflue ntes q ue tienen origen en la zona esencialmer' lie aurífera con ;ip.re~ dida entre la Alcumbrera y Pucará, h:i to conocida en la h istoria de las minas de Paucartambcj Se sefialan aun muchos sítios donde habían lavaderos, q e, desde la época en que una epi• demia diezmó la población han quedado casi olvidados.

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