Boletín del Centro Científico del Cuzco

-XV-- 1 Conocer un país, Seí'h~'1"es, es una cuestión en la que en• tran como factore.::; todos ,tos elementos que ::as Ciencias, las LetrnR y las ArteR elabd·an cuoti.dianamente con el fin de dei;:pejar la. incógnib1 Que dé, el goce tranquilo y armonios,> de la právtica de los derechos del hombre y de la Hnmani · <l .;".í• I •, 1 No basta para el bienestar <le una nación, qne ésta se luÜt(~ dotada por la pródiga Naturaleza con tlns más preeia• a,¡s d.onee, sino qne es indispensable, conocer esos dones pa· r: emplearlos en el fin apet¡.t¡cjdo. · Para. comprobar mis acertos bastará recordaros la pros· peri :fad, cada vez más pujante que vieuen alcanzando los países que se han aproximado al conocimiePto de sí mis• n ps. y que, en nuestra época, vienen asombrando al mundo n por la naturaleza de sus adelantos y por los beneficios que viene reportando la civilización, con sus atrevidas, > pero cie!1tíficas exploraciones, merced á las que, hoy, quedan in• significantes partes de la Tierra por uonocere.e. El punto fundamental para el conocimiento de un país es el de su moraG--á.: la estensión de su territorio, como base rlel derecho práctico de propiedad. Sin este conocimiento pE1rfecto, las proeµeridades de un Estado, vienen á E1er aparen tos y d~ fal!fafc:ía que pueden desaparecer aate las tentati · vas, i:;iempre crecientes de usur~ación de los vecinos Esta· üof-3. Y este punto, de vital importancia para el Pert\, basta por Elí i:tolo, para que se comprenda la inmensa importancia .de los Oent?-os Cientificos. Amngndos, l,;s peruanos, por las consecuencias de í1i · ".t()stas luchas inte::.,tinas y de la guerra exterior, fruto de ~nal t-utendida generosidad nncional, vemos con ávida mi· r-a.ün el porvt>nir que se nos 'espP.ra. Sin el ljico departamento de Tarapacá, sin el oro de las lwane,ras y con el pesar de las apricionadas hermanas de Tavun y Arica, no teuemo~ más efl,peranza~ que las que nos hrhicla b pródiga naturaleza en su rica región fluvial mon · t-3,ñosa . Y aún es:i región, eBa esperanza halagadora de nues t_¡·a fan tasía, i;;e nos quiere y se pretende arrebatar .. . . · ¿Püt qué Beiíores? por que, dorP}idos•en cuna de oro, no be· mü"s conociílo los límites ni loi,l linderos -tmicticoa de nues· tro territorio y dnrnnte nuestro sueño de 70 años, otros más avesados y prácticos, han llücJ10 suyo, lo que era nuestro, y

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